Si en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) promueven nombramientos ilegales como embajador eminente, también crean de manera irregular el puesto de director ejecutivo en diplomacia cultural.
El promotor y periodista Eduardo Cruz Vázquez, quien cuenta con amplia experiencia como agregado cultural, reveló ayer en una detallada investigación, con base en la ley de acceso a la información, evidencias de cómo la Unidad de Transparencia de la SRE, cuya responsable es Elia García Moreno, ofrece información parcial o nula sobre la llamada dirección ejecutiva de diplomacia cultural, a cargo de Enrique Márquez Jaramillo.
En un sólido artículo, fundamentado en fuentes oficiales e intitulado “Ilegalidad en la diplomacia cultural; ¿por qué así, Marcelo Ebrard?”, Cruz Vázquez puso en evidencia que la estructura administrativa de dicha área de la SRE carece de base legal, creada en la práctica desde el inicio de la presente administración, en diciembre de 2018, sin tener la autorización de las secretarías de la Función Pública y de Hacienda.
“La Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural no aparece por ningún lado en la cancillería. Tampoco su titular, quien es jefe de una unidad desconocida, al amparo del canciller, con salario superior al de un director general, ligeramente inferior al de un subsecretario y casi a mano de su protector”, escribió el periodista.
Enrique Márquez Jaramillo percibe un sueldo neto de cien mil pesos, un subsecretario gana 110 mil pesos y un director general, 95 mil pesos.
Eduardo Cruz Vázquez, coordinador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu) de la Universidad Autónoma Metropolitana, reveló el desorden en la estructura orgánica en la SRE pues sigue legalmente vigente la Dirección General de Cooperación Educativa y Cultural, sin titular, que forma parte de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).
El investigador solicitó a la SRE datos sobre las comisiones y viajes al extranjero de Márquez, pero le fueron negados porque “no se cuenta con antecedente alguno en términos de la solicitud”. “Del jefe Márquez, de sus numerosas comisiones y viajes, no sabe nada la SRE”, dijo con ironía Cruz Vázquez.
En cambio, agregó, sí tienen conocimiento de sus giras internacionales los que leen su Twitter, los embajadores de México que lo han recibido, los agregados culturales que nombró, los integrantes del Consejo de Diplomacia Cultural, los pares de organismos y países de Iberoamérica con quienes organiza foros.
“Resulta que no se puede dar razón de una Unidad Administrativa que no existe en la norma, en la estructura de la dependencia pública. La Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural tiene la vida que le da Marcelo Ebrard en la ilegalidad”, manifestó el académico.
Cruz Vázquez denunció que las solicitudes de información a la Unidad de Transparencia de la SRE “exhiben de cuerpo entero la manipulación en el manejo del acceso a la información y las contradicciones entre las áreas de la secretaría”.
“Todo para defender al entrañable maestro de Ebrard, con quien hizo equipo al lado de uno de sus mayores benefactores, el ya fallecido Manuel Camacho Solís (1946-2015), en esos tiempos cuando el PRI era su partido”, concluyó.
El texto completo aparece en el vínculo https://pasolibre.grecu.mx/ilegalidad-en-la-diplomacia-cultural-por-que-asi-marcelo-ebrard/.
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