Cultura

Taller de lectura

Acabo de lanzar en mi casa un proyecto de lectura. La idea es que mis hijos lean un cuento cada tantos días y luego platicarlo. Se toman en cuenta dos cosas básicas: la interpretación y la técnica. ¿Por qué o para qué estoy haciendo esto? Bueno porque hoy la gente ya casi no lee y no quiero que mis hijos se transformen en idiotas ignorantes y alienados atrapados en los aparatos electrónicos y las redes sociales; van en el camino correcto para transformarse en autómatas. Además hay otro punto; si el sistema de energía que tenemos llega a fallar un día (es posible) toda la información guardada en memorias virtuales se va a ir al caño. Entonces tendremos que seguir a la antigüita: con libros. Entonces, el proyecto lo empezamos con un cuento clásico de Horacio Quiroga: El almohadón de plumas. Se lo resumo (sin albur) y si usted no lo ha leído, detenga su lectura y lea el cuento porque tiene un final efectista y no se lo quiero echar a perder. Además es una lectura clásica: hay que leerla de todas maneras. Una mujer se casa con un tipo y luego de unos meses enferma. Llega un punto que ya no puede siquiera levantarse de la cama; presenta un cuadro de anemia grave. La mujer muere. Cuando mueven el cadáver descubren que dentro de la almohada había un bicho espantoso succionando su sangre. Terminada la lectura nos juntamos a discutirlo; la primera observación fue que el bicho de la almohada no es real; es un medio para comunicar algo. Podemos interpretarlo de varias maneras; al principio del cuento el autor establece bien claro que “su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia”.

Pasa a describir luego cómo la casa donde vivían era un sitio frío y abandonado donde se vivía un ambiente otoñal. Quiroga nos dice desde la primera línea que el problema fundamental es que esa relación no funciona desde el principio. El bicho puede ser visto como una especie de vampiro que succiona la fuerza de la mujer, su convicción, sus sueños y expectativas, transformándola en un ser automatizado, resignado a seguir la voluntad de su marido y quizá de la sociedad, del sistema, la religión. No debemos atacar al marido: el problema, como ya dije, es la relación. La garrapata entonces puede representar la parte pasiva de la relación, aquella que deja que las cosas ocurran en detrimento de las personas. Los niños entendieron que podemos crear seres extraños o imposibles para comunicar algo que, de haberse dicho de manera natural, no tendría el efecto deseado. Además siempre es más intenso crear un ambiente siniestro o de terror (para mí es, de hecho, divertido). Y la sorpresa es otro truco muy efectivo, pues revela algo insospechado y que genera emociones. Concluimos que la indiferencia era el problema de fondo y que ésta era un parásito que consume nuestra capacidad para cambiar y mejorar las cosas. También se discutió sobre la época en que fue escrito el texto; un tiempo donde los derechos de las mujeres no eran los de hoy y la sumisión era la regla. El ejercicio fue todo un éxito y ya vamos por el segundo texto: El barril de amontillado, de Edgar Allan Poe. Ahí vamos a explorar una de las pasiones humanas básicas: la envidia. Luego le platico cómo nos fue. Por lo pronto iremos puliendo las sesiones; ya les he pedido a mis hijos que después de la lectura y la charla dibujen una o dos viñetas con el tema que más les haya llamado la atención de ese cuento. Mi hija dibujó un bicho espantoso. Me recordó a Gregorio Samsa. Ya tengo una lista de los cuentos (y textos varios) que vamos a ir revisando; entre ellos están obras y autores como El perro chino, de Alberto Moravia, Ambrose Bierce, Stephen King, Mario Benedetti, mucho Edgar Allan Poe, fragmentos de El Quijote, Ray Bradbury, textos salvajes y cruentos del Antiguo Testamento y Vladimir Nabokov, entre otros. Este experimento va a durar unos 6 meses; después vamos a evolucionar y comenzaremos a escribir nuestros propios cuentos y narraciones.

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Adrián Herrera
  • Adrián Herrera
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.