Cultura

Astrobrujo

La semana pasada me invitaron a un programa de televisión. Ahí estuve un rato platicando, bromeando y participando en dinámicas y juegos. A la mitad del programa anunciaron que ya era la hora de los horóscopos y entonces entró un astrólogo al foro, colocó sobre una mesita unas veladoras, cartas y una variedad de objetos esotéricos y talismanes. De esta manera comenzó a repasar los signos, uno por uno, hablando sobre generalidades, banalidades y ambigüedades: “Capricornio: eres de carácter fuerte, tu número de la suerte es el 7 y esta semana tendrás una visita inesperada. Tauro: se acercan grandes momentos en el amor y se abrirán puertas en lo concerniente a lo económico”. Al final no dijo nada; lo que dijo de un signo hoy se lo adjudicará a otro mañana.

Desde siempre me ha intrigado saber en qué consiste el objeto de estudio de esta disciplina. Me confunde el hecho de que quienes la practican entremezclan el futuro, el pasado, la psicología, un poco de astronomía y la adivinación en general. No me quedan claros ni los métodos ni la mecánica de sus elucubraciones, y por lo mismo no logro ver resultados concretos. ¿A qué me refiero con resultados concretos? Bueno, pues entender la naturaleza de la psicología humana a partir –o a través– del movimiento y la posición de los objetos celestes no ha procurado nada útil en términos ni estadísticos, ni mucho menos terapéuticos, por ejemplo. Y en ese apartado específico me temo que no obtendremos gran cosa, porque hasta donde se sabe no existe relación alguna entre el comportamiento y los astros. No la hay, punto. La astrología tampoco posee la facultad de predecir el futuro ni de ahondar en los misterios del tiempo y el espacio. Cabe preguntar entonces, ¿para qué coño sirve la astrología? Ya lo he dicho antes, para dos cosas: nada y pura chingada. Los astrólogos juegan con lo que la gente quiere creer, con la ansiedad que les provoca que alguien que se supone tiene un conocimiento y relación íntima con el cosmos y que conoce sus secretos y maquinaciones misteriosas pueda penetrar en nuestra psicología y reconocer deseos, capacidades, virtudes. Y más que todo lo anterior, la fortuna que nos aguarda. Pero hagamos la siguiente pregunta: ¿cuál es la diferencia entre la astrología y la astronomía-astrofísica? ¿Para qué sirven? Para contestar esa pregunta hay que ver antes que nada la metodología e instrumentos usados en una y otra disciplinas. La astronomía recurre a telescopios de varios tipos, sondas espaciales cargadas con instrumentos científicos que viajan miles de millones de kilómetros a través de las profundidades del espacio y envían datos. Se vale a su vez de un cuerpo de conocimientos y observaciones, y a un sistema de física y matemáticas para crear modelos y explicar así la estructura y comportamiento de los cuerpos y fenómenos celestes, y el origen mismo del universo. La astrología, en cambio, depende de un cuerpo de seudoconocimientos que se han venido arrastrando durante siglos y que se formaron a partir de supuestos, conjeturas extrañas y observaciones del movimiento de los astros para crear cartas que no tienen ningún sentido o correlación con la realidad. Alguien me dijo una vez que la astrología era una “astronomía alternativa”. Pues no; es tan astronomía como la homeopatía es medicina. Ah, y ninguna de las dos son alternativas de nada.

Demos entonces el lugar que le corresponde a este astrobrujo, chamán, mago renacentista, bizarro invocador de las potencias psico-cósmicas, anfitrión del circo de las rarezas, adivino, ilustrador de los oscuros recovecos de la mente, filósofo alquímico hermético y prestidigitador de banqueta.

La astrología es un juego farandulero que juega con la imaginación, la psicología, la adivinación y la magia. Y esa es la razón por la que usted siempre verá las cápsulas de astrología en la sección de entretenimiento y chisme, y nunca en la de ciencia o cultura.

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Adrián Herrera
  • Adrián Herrera
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.