El movimiento de carga en el puerto de Altamira se encuentra con un déficit anual de cara al cierre del 2025, afectado principalmente por los factores geopolíticos, aunque los empresarios con terminales en su interior aseguran mantenerse estable al continuar las operaciones y la llegada de navieras.
La Asociación de Industriales del Sur de Tamaulipas (Aistac) apuntó que líneas de negocio como los automóviles, además de la importación de acero y los graneles relacionados a este producto decayeron en su manejo en este periodo, sin embargo, consideran que el decremento no es grave.
El presidente del organismo Adonay Navarro Saad, indicó que dentro de la comunidad donde también participan agentes aduanales proveedores de servicios y el sector autotransporte, es insistir en la promoción de las cualidades del hoy considerado Polo de Desarrollo para el Bienestar.
“Se ha dado un pequeño incremento por ejemplo en carga de contenedores, aunque la exportación de automóviles baja un poco. En el volumen de lo enviado por las armadoras de coches nuevos se ha dado una disminución la cual no rebasa el 5 por ciento anual. En términos generales el recinto fiscalizado se mantiene estable”, mencionó.
El punto marítimo en el Golfo de México acumula entre enero y julio 9.9 millones de toneladas, aunque para esta fecha arrastra un déficit a diferencia del 2024. En ese año el ejercicio lo cerró con más de 20 millones de toneladas. Un ejemplo es la exportación de autos fabricados en el país, con 266 mil coches enviados al extranjero, cuando la meta al 31 de diciembre es superar los 512 mil.
“La cuestión del acero es un producto que se ha resentido un notable decremento pues ese movimiento se desplomó cerca del 50 por ciento, además de los graneles utilizados para el proceso del acero, el carbón y los minerales que se ubica con una caída del 20 por ciento, todo esto en volumen de importación de lo recibido el año pasado”, dijo Navarro Saad.
Influenciado por los aranceles al acero aplicados por Estados Unidos, hoy se buscan nuevas alternativas que incentiven la inversión al contar con espacios disponibles dentro de las 9 mil hectáreas que abarca el referido puerto.
“Lo que queremos es promocionar las cualidades competitivas para atraer la carga. El problema es que si no tenemos mercancía, por muy bueno que sea el puerto no crecerá. Lo benéfico es mantener las empresas navieras, conservando las mismas firmas con los mismos servicios, con 20 atención a buques regulares semanales, sin cancelaciones. En general, Altamira está en un pequeño bache pero nada grave”, concluyó.