Héctor Amaya Estrella, presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) advirtió que el impuesto de 3.5 por ciento a las remesas, y prevé imponer que el gobierno de Estados Unidos, tendrá implicaciones en el comercio exterior, sobre todo en la balanza de pagos.
Explicó que el gravamen podría influir en la capacidad de México para mantener relaciones comerciales equilibradas con sus socios internacionales.
“La imposición del impuesto puede disminuir la cantidad de remesas enviadas, generando un efecto dominó en el consumo interno y, por ende, en la demanda de bienes y servicios importados”, agregó Amaya Estrella.
“Colchón de capital”
Además, destacó que las remesas actúan como un “colchón de capital” frente a las fluctuaciones en las exportaciones mexicanas, ayudando a estabilizar la economía frente a impactos externos.
Para Amaya Estrella, la competitividad del país también sufrirá un efecto negativo.
El presidente del IMCP comentó que un menor ingreso de dólares, enviados por los migrantes, puede impactar en los niveles de inversión en sectores relacionados con actividades productivas y en la economía familiar, afectando el potencial de consumo.
Por otra parte, destacó que esta política, que se encuentra en el Senado estadunidense, puede además tener repercusiones en las relaciones diplomáticas y en la percepción internacional del entorno de negocios en México, dañando la confianza de inversionistas extranjeros y los flujos de inversión extranjera directa (IED).
“La percepción de un aumento en la carga fiscal para los migrantes puede generar dudas sobre el clima de inversión y sobre las políticas económicas mexicanas en el contexto del comercio exterior”, sostuvo.
“En términos de políticas públicas, es necesario equilibrar la recaudación fiscal con la competitividad internacional del país”, agregó.
Sin embargo, dijo que la implementación de un gravamen de este tipo debe ir acompañada de mecanismos que aseguren la transparencia, la seguridad en las transferencias y la protección a las familias receptoras.
Además, urgió minimizar posibles efectos negativos sobre el comercio exterior y las relaciones económicas internacionales.
Hasta el pasado 18 de junio, el Comité de Finanzas del Senado estadunidense informó que mantiene su propuesta de un impuesto de 3.5 por ciento con entrada en vigor para el próximo 31 de diciembre.
Afectación del 3% al PIB
El pasado 27 de mayo, durante la Reunión Nacional de Consejeros Regionales 2025, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, advirtió que este impuesto puede impactar a 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) “en términos gruesos”.
Sin embargo, resaltó que el impacto regional podría ser “muy importante” y que hay estados donde representa, para algunas familias, el 20 por ciento de sus ingresos, lo que es equivalente a 10 por ciento del PIB en ciertas entidades.
“Probablemente lo que puede ocurrir es que vayan a mandar dólares adicionales, lo cual disminuiría el ingreso disponible para los consumidores en Estados Unidos y de impacto van a acabar pagando el mercado interno de los Estados Unidos”, destacó.
“Vamos a ver cómo se da, pero de hecho yo creo que es un gravamen que no es justo”, agregó.

KL