Personas informadas dentro de Nvidia ya vendieron más de mil millones de dólares en acciones de la compañía en los últimos 12 meses, incluyendo un reciente aumento en la cotización, aprovechando el entusiasmo de los inversionistas por la inteligencia artificial (IA).
Más de 500 millones de dólares en ventas de acciones se realizaron este mes, mientras que el precio de las acciones del diseñador de chips alcanzó un máximo histórico.
Los inversionistas volvieron a poner su dinero en acciones, convirtiéndola en la compañía más valiosa del mundo, apostando por la enorme demanda de chips para aplicaciones de inteligencia artificial. El aumento de precio se produce luego de un año turbulento en el que Nvidia se vio afectada por las tensiones comerciales entre EU y China y los avances chinos en IA que amenazaron la demanda de sus productos.
Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, comenzó a vender acciones esta semana por primera vez desde septiembre.
Nvidia indicó que todas las ventas de Huang forman parte de un plan de operación que se acordó en marzo, que establecía los precios y las fechas en que se activarían las ventas. Huang aún tiene la gran mayoría de sus acciones.
“Cuando las acciones (cayeron) en el primer trimestre, no vendió, lo cual fue una decisión muy inteligente”, dijo Ben Silverman, vicepresidente de investigación de VerityData.
“(Huang) esperó a que las acciones volvieran a niveles en los que se sintiera más cómodo vendiendo”, añadió.
VerityData, que le da seguimiento a las ventas de directivos y personas con información basándose en documentos regulatorios, indicó en un informe que el aumento del precio de las acciones de Nvidia por encima de 150 dólares al parecer activó las ventas de Huang.
Huang comenzó a vender justo después de que venciera el periodo de reflexión obligatorio de 90 días para su plan. Los directores y altos ejecutivos suelen llegar a estos acuerdos para evitar acusaciones de uso de información privilegiada.
Según este plan, Huang puede vender hasta 6 millones de acciones antes de que finalice este año. Al precio actual, puede ganar más de 900 millones de dólares.
Según Forbes, el patrimonio neto de Huang se estima en 138 mil millones de dólares.
La capitalización de mercado de Nvidia se cuadruplicó hasta alcanzar los 3.8 billones de dólares en unos cuantos años, gracias a la inversión de miles de millones de dólares de empresas y estados en la infraestructura de IA.
Otras figuras importantes de Nvidia también se benefician del crecimiento de la compañía. Entre ellas, Mark Stevens, miembro del consejo de administración y antiguo socio gerente de Sequoia Capital, fue uno de los primeros inversionistas en Nvidia. El 2 de junio anunció la venta de hasta 4 millones de acciones, valoradas actualmente en 550 millones de dólares, y desde entonces ya vendió 288 millones de dólares.
El vicepresidente ejecutivo de operaciones de campo a escala mundial de Nvidia, Jay Puri, con dos décadas de experiencia en la compañía y quien ha reemplazado a Huang en viajes a China para reunirse con funcionarios, vendió acciones por un valor aproximado de 25 millones de dólares el miércoles.
Otros dos miembros del consejo de administración, Tench Coxe y Brooke Seawell, optaron por vender. Coxe vendió aproximadamente 143 millones de dólares el 9 de junio y Seawell de aproximadamente 48 mdd este mes.
Coxe, ex director gerente de Sutter Hill Ventures, es otro miembro de mucho tiempo del consejo de administración y que está en la compañía desde sus inicios. Huang cofundó la compañía en 1993 como una empresa de tarjetas gráficas para videojuegos en un restaurante Denny's de San José.
Seawell, quien se unió a la junta en 1997, es socio de la firma de capital riesgo New Enterprise Associates y antiguo ejecutivo de la compañía de software de diseño de chips Synopsys.
Las acciones de Nvidia registraron un repunte en las últimas semanas, con una capitalización de mercado que recuperó aproximadamente 1.5 billones de dólares desde su mínimo en abril. Las acciones se vieron afectadas luego de los avances de DeepSeek de China y los nuevos controles de exportación de EU sobre los chips de inteligencia artificial que tienen a China como destino.
