La Reserva Federal se prepara para bajar las tasas de interés el 17 de septiembre, lo que los mercados esperan que sea la patada inicial de una serie de reducciones que impulsarán la economía de Estados Unidos durante el resto del año.
En un momento de intensa presión política sobre los banqueros centrales estadunidenses, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dio señales de su apoyo a un cambio hacia recortes de tasas en el simposio anual de Jackson Hole en agosto.
Sin embargo, con la inflación en aumento debido a los aranceles de Donald Trump y con los mercados financieros ya ‘espumosos’ y en efervescencia, el peligro para la Fed es que una flexibilización significativa de la política monetaria dañe la credibilidad en su combate contra la inflación.
Por tanto, la opinión de este Radar de Política Monetaria de Financial Times indica que la Fed se mostrará cautelosa al inicio, con un recorte en las tasas de interés de un cuarto de punto porcentual en septiembre, hasta un rango de 4 a 4.25 por ciento, y señalando que se mantiene alerta para abordar los riesgos en dos sentidos —inflación y máximo empleo— durante el resto del año.
Esperamos una pausa posterior con otra baja en diciembre, antes de una serie de recortes en 2026, a medida que el presidente gane influencia en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) e insista en que sus designados, incluido un nuevo presidente que asumirá el cargo en mayo próximo, voten a favor de tasas de interés más bajas.
El principal riesgo para nuestro escenario central es que el recorte de las tasas sea a un ritmo más rápido, lo que aumenta la amenaza de una grave conmoción inflacionaria posterior. Esto se puso de relieve en una revisión interna periódica de nuestros escenarios, realizada por el columnista económico de Financial Times, Martin Sandbu.
Los datos
En su discurso en Jackson Hole, Powell explicó el reto de la estanflación. “A corto plazo, los riesgos para la inflación se inclinan al alza, y los riesgos para el empleo, a la baja”, dijo. La tensión entre ambos lados del mandato de la Fed se hace evidente en los últimos datos.
En el informe de empleo de la semana pasada se muestra un crecimiento del empleo mucho más débil, con solo 22 mil puestos de trabajo creados en agosto, mucho menos de lo esperado. El aumento de los meses anteriores también se revisó drásticamente a la baja.
Sin embargo, con la tasa de desempleo aumentando solo de 4.2 a 4.3 por ciento durante el último año, el mercado laboral se mantiene estable. Este patrón se repite en muchos otros indicadores del mercado laboral que monitoreamos en el Monetary Policy Radar. También se mantienen por encima de su promedio de 2001-2019, aunque también se han debilitado, lo que da a los responsables de la Fed mayor margen de maniobra para recortar las tasas de interés. Mientras, la inflación comienza a aumentar a medida que los aranceles de Trump se trasladan a los consumidores y se mantiene muy por encima del objetivo de 2 por ciento de la Fed. El IPC general subió a 2.9 por ciento en agosto y la proporción de bienes y servicios con precios al alza aumentó de forma considerable.
El indicador de inflación subyacente de Financial Times alcanzó 3 por ciento en agosto, lo que refuerza nuestra opinión de que la lucha de la Fed todavía no termina.
Enfoque de Jackson Hole
En la conferencia anual de Jackson Hole, a finales de agosto, el discurso inaugural de Powell fue moderado. “Con la política monetaria en territorio restrictivo, la perspectiva de referencia y el cambiante equilibrio de riesgos podrían justificar un ajuste de nuestra postura”, dijo.
Desde entonces, varios otros funcionarios de la Fed también dieron un giro en su opinión, según la evolución de sus opiniones recopiladas en nuestra base de datos, mostrando más preocupación por el débil crecimiento del empleo que por el aumento de la inflación.
Incluso algunos responsables de la formulación de políticas, por lo regular de línea dura, abrieron la puerta a tasas más bajas, algo que provoca un cambio en el equilibrio de opiniones dentro de la Fed. Aunque siguen divididas, el giro radical de la postura a principios de este año se revirtió en las últimas semanas en nuestra escala.
Alberto Musalem, presidente de la Fed de San Luis, con derecho a voto en el FOMC y encargado de fijar las tasas de interés en 2025, indicó la semana pasada que “los datos recientes aumentaron aún más la percepción de los riesgos a la baja para el mercado laboral”. Unos días antes, Musalem se mantenía indeciso.
El presidente centrista de la Fed de Nueva York, John Williams, también indicó que veía la justificación para nuevos recortes, aunque no especificó cuándo. La semana pasada indicó que “no veía señales de amplificación ni efectos secundarios de los aranceles” y que “si continúa el progreso en nuestros objetivos de doble mandato… será adecuado mover las tasas de interés hacia una postura más neutral con el tiempo”.
Otros encargados de las políticas son más cautelosos sobre las ventajas de un recorte. Entre los que se resisten se encuentra Austan Goolsbee, quien votará en la próxima reunión y declaró que las presiones sobre los precios siguen siendo preocupantes. “Quiero obtener más información. Todavía no estoy decidido”, declaró a Bloomberg TV.
Cambio de analistas
Muchos analistas cambiaron su opinión sobre las tasas de interés luego del discurso de Powell en Jackson Hole. Incluso comenzaron a ceder aquellos que no esperaban cambios durante todo 2025.
“Si la Fed baja las tasas de interés, como prevemos ahora, el fortalecimiento de la presión inflacionaria mientras el mercado laboral se mantiene casi en equilibrio deberá garantizar que mantenga las tasas de interés sin cambios a partir de su reunión de diciembre”, dijeron los analistas de Berenberg, luego de modificar su postura y esperar dos recortes este año.
Bank of America necesitaba más argumentos convincentes y solo anunció recortes tras el informe de empleo de agosto, afirmando que “la estanflación hace que las perspectivas políticas sean bimodales. La Fed se ha preocupado más por la inflación que por el mercado laboral.
Pero el discurso de Powell indicó un posible cambio de rumbo hacia darle prioridad al mercado laboral. Los datos de empleo de hoy deberían consolidar ese cambio”.
Este cambio en la opinión de los analistas se refleja en los precios del mercado financiero, que ahora son unánimes en la opinión de que las tasas van a caer un cuarto de punto en la reunión de septiembre, y la mayoría espera tres recortes este año.