La decisión de Donald Trump de despedir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, desató expectativas de tasas de interés más bajas a corto plazo, pero una mayor inflación en el futuro, a medida que crece la preocupación por el ataque del presidente estadunidense al banco central.
La brecha entre los rendimientos a largo y corto plazo aumentó hasta su nivel más amplio en tres años. Este cambio sugiere la preocupación de que la Fed comience a bajar las tasas pronto debido a la creciente presión política, pero luego tenga que subirlas años después, mientras los responsables políticos luchan contra la inflación.
Trump anunció la noche del lunes que despedía a Cook “con efecto inmediato”, alegando acusaciones de fraude hipotecario. La destitución permitirá al presidente elegir un reemplazo más receptivo a los recortes de tasas de interés.
El abogado de Cook, Abbe Lowell, dijo que presentarán “una demanda para impugnar esta acción ilegal”, lo que allana el camino para un enfrentamiento entre el alto responsable de la política monetaria de la Fed y la administración Trump.
El dólar estadunidense se debilitó y el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años cayó 0.04 puntos porcentuales, hasta 3.69 por ciento, ya que los inversionistas anticiparon una presión a la baja sobre la tasa de interés de la Fed.
El rendimiento de los bonos a 30 años subió hasta 0.06 puntos porcentuales, con una diferencia de 1.25 puntos entre ambos, igualando el máximo intradía de tres años que se alcanzó durante la turbulencia del mercado luego del anuncio de los aranceles en el “día de la liberación” en abril. Más tarde se desaceleró, hasta 0.02 puntos porcentuales, para llegar a 4.91 por ciento.
“Si tiene éxito, esto (va a representar) un importante golpe a la independencia del banco central”, dijo Marieke Blom, economista jefe del banco holandés ING. “Cuando se pierde la independencia del banco central, la gente paga un alto precio en forma de mayor inflación y tasas de interés más altas”.
El banco de Wall Street, Goldman Sachs, señaló: “Consideramos que la respuesta de los mercados a los titulares es más característica de una aversión al riesgo en los activos estadunidenses, que de una mera conmoción de política monetaria moderada”.
Añadió: “Los desafíos a la independencia de la Fed plantean claros riesgos a la baja para el dólar”.
Los mercados de valores en Estados Unidos no resintieron el ataque y cerraron al alza. El índice industrial Dow Jones subió 0.30 por ciento, el Nasdaq, 0.44 por ciento, y el S&P, 0.41 por ciento.
En los últimos meses, los inversionistas se han mostrado cada vez más inquietos ante las críticas de Trump al presidente de la Fed, Jerome Powell, su nombramiento temporal de Stephen Miran para el comité para establecer las tasas de interés del banco central y otras medidas como el despido de un alto responsable de estadísticas.
La independencia de los bancos centrales y la confiabilidad de las estadísticas económicas han sido pilares de los mercados desarrollados en las últimas décadas, y los bonos del Tesoro de EU proporcionan tasas de referencia que respaldan billones de dólares en activos financieros.
Elizabeth Warren, la demócrata de mayor rango en el comité bancario del Senado, acusó a Trump de realizar una “toma de poder autoritaria”, mientras que juristas afirmaron que la Casa Blanca tendrá que demostrar en los tribunales que existían motivos para despedir a Cook.
“Considero que las medidas de la Casa Blanca para presionar e intimidar a Powell y Cook forman parte de una estrategia para disminuir y, en última instancia, eliminar la independencia estatutaria de la Reserva Federal”, dijo Ed Al-Hussainy, analista sénior de tasas de interés de Columbia Threadneedle Investments.
Fraser Lundie, director global de renta fija de Aviva Investors, dijo que cualquier gobierno que “muestre inestabilidad en sus acuerdos institucionales y corra el riesgo de sufrir influencia política directa” tendrá como resultado una moneda más débil, una curva de bonos gubernamentales más pronunciada y una mayor prima de riesgo asociada a la deuda a largo plazo.
El dólar bajó 0.3 por ciento frente a una canasta de divisas, incluidos euro y libra. Además registra una caída de más de 9 por ciento este año, ya que las políticas de Trump afectan las perspectivas económicas de EU y la actitud de los inversionistas hacia el país.
Economistas e inversionistas dicen que la presión de Trump sobre la Fed es el ejemplo más claro de una nueva era del llamado dominio fiscal, en la que la política de los bancos centrales se ve cada vez más condicionada por la necesidad de los gobiernos de mantener bajos los costos de endeudamiento para el servicio de sus enormes deudas.
“No cabe duda de que la Fed está ahora sujeta a riesgos cada vez mayores de dominio fiscal”, dijo George Saravelos, analista de Deutsche Bank.
“Lo que nos sorprende aún más es que el mercado no esté más preocupado”, añadió, señalando que los inversionistas se están mostrando “demasiado complacientes” con este riesgo.