La multimillonaria familia que controla Volkswagen y Porsche corteja a oficinas familiares alemanas para que se unan en inversiones en el sector de defensa, con el objetivo de reducir su dependencia de su división automotriz, que atraviesa dificultades.
Porsche SE, el holding de la familia Porsche-Piëch, anunció el miércoles que busca “otros inversionistas y socios fuertes” para invertir en startups de defensa junto con ellos, en un intento por aprovechar el creciente gasto militar europeo. Añadió que el grupo “va a construir una plataforma para inversiones en prometedoras compañías de tecnología” del sector y que planea una “jornada de defensa” para reunir a las “oficinas familiares alemanas y europeas” que puedan estar interesadas.
Sus comentarios se producen después de que el vehículo de inversión con sede en Stuttgart anunció a principios de este año que se destinaron hasta 2 mil millones de euros a defensa y que quiere realizar una nueva “inversión principal” junto con sus participaciones mayoritarias en los dos grupos automotrices.
Los presupuestos militares europeos se dispararon después de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania en 2022 y la presión de Estados Unidos sobre los países de la OTAN para que asuman una mayor responsabilidad en sus propias necesidades de defensa.
Un portavoz de Porsche SE declaró al Financial Times que es “necesario aunar esfuerzos entre todas las partes” ante la escalada de la situación geopolítica en Europa. En un comunicado, el director ejecutivo, Hans Dieter Pötsch, dijo que el objetivo del grupo es “aumentar nuestra participación en los sectores de defensa y relacionados con la defensa, manteniendo al mismo tiempo nuestro enfoque principal en la movilidad y la tecnología industrial”.
Estas medidas se producen en un momento en el que tanto VW como el fabricante de coches deportivos Porsche AG se enfrentan a la caída de sus utilidades en medio de la guerra comercial de Donald Trump y la disminución de la demanda china. El año pasado, Porsche SE depreció su participación en Volkswagen por 19 mil 900 millones de euros y sufrió una pérdida de 3 mil 400 millones de euros en su participación en Porsche, en uno de los mayores deterioros de valor en la historia corporativa alemana. Las acciones de Porsche AG, que empezaron a cotizar en la bolsa de Frankfurt en 2022, registran una caída de un 31 por cient en los últimos 12 meses, mientras que las de Volkswagen subieron un 6 por ciento.
Porsche SE dijo que unas perspectivas más débiles para ambos grupos automotrices van a pesar sobre sus ganancias de este año, reduciendo su previsión de utilidades ajustadas después de impuestos a un rango de entre 1 mil 600 y 3 mil 600 millones de euros, frente a las directrices anteriores de 2 mil 400 y 4 mil 400 millones de euros.
Además de sus participaciones en el sector automotriz, Porsche SE ya realizó inversiones en compañías especializadas en tecnologías de doble uso, con aplicaciones tanto civiles como militares, como la startup alemana de cohetes Isar Aerospace y el fabricante de drones Quantum Systems.
Cualquier inversión en el sector de defensa, no solamente la de Porsche SE, podría generar un “impulso a la innovación en Alemania” que se extendería al sector civil, según declaró la compañía al FT.