El temor ronda entre las gradas del SoFi Stadium de Los Ángeles con las redadas desatadas desde hace una semana en esta ciudad. Los aficionados mexicanos que habitualmente abarrotan los partidos del tricolor, ahora temen de una escena no vista: detenciones por parte de ICE en un estadio de fútbol.
La selección mexicana se estrena en la Copa Oro ante República Dominicana en el primero de tres partidos en territorio norteamericano. Pero el foco está puesto en Los Ángeles, una ciudad santuario, acechada por la ‘migra’.

Aunque el boletaje está vendido casi en dos terceras partes, hay incertidumbre sobre el aforo la noche del sábado, y que mucha gente que adquirió su entrada hace semanas, decida no acudir ante un riesgo latente que, si bien atenta contra la lógica social, no lo es en las decisiones que se toman al otro lado del país, en Washington.
El inmueble de Inglewood que alberga a los Rams y los Changers de Los Ángeles, equipos de la NFL, se pintará de los colores de las banderas de México y República Dominicana, pero particularmente de la tricolor, en una ciudad donde la mayoría de su población hispana está con la selección del Vasco Aguirre.
El SoFi Stadium puede ser blanco fácil si se trata de cumplir el objetivo de Trump de deportaciones masivas, pero también de la imagen que puede dar una redada de tal magnitud, a menos de un año de la Copa del Mundo, con sede compartida por México, Estados Unidos y Canadá.

Ayer por la mañana, después de una llegada que pasó inadvetida por la afición mexicana radicada en Los Ángeles, media centena de aficionados se dieron cita en Long Beach, donde se encuentra el hotel sede de los seleccionados tricolores.
Buscaron tomarse una foto, un autógrafo en sus playeras o solo verlos pasar. Eran, sin duda de los más fieles porque lograron hallarlos, a pesar del cambio de hotel que determinó la Concacaf, organizadora del torneo, debido a la situación que impera en el centro de Los Ángeles, donde habitualmente se hospedan los jugadores y cuerpo técnico.
Aficionados que acudieron a ver a sus ídolos después de la práctica de este jueves, aseguraron ya contar con sus boletos y no temer ante posibles redadas porque son ciudadanos, pero conocen amigos o tienen familiares que aún tienen dudas sobre si es seguro pisar el recinto.
Eric Calderón nació en California, pero su familia es de Sinaloa. Parado en primera fila afuera del hotel de concentración de la selección en Long Beach, dice que cada que está en el estadio cada que la tricolor juega en Los Ángeles.
Él cree que mucha gente saldrá de casa para ir al estadio, aunque muchos otros estarán también en la manifestación que se ha convocado para el Kings Day, en el que la comunidad hispana busca mostrar el músculo y enviar un mensaje a Donald Trump, en el día de su cumpleaños.
“Está bien mal lo que está pasando porque somos bien trabajadores los mexicanos y aquí es México, no se me hace bien que anden quitando y separando a las familias así, llevándose a la gente así. Está mal, pero también creo que no se van a quedar en la casa si juega la selección”.

Carlos Martínez también estará en el estadio junto con tres miembros de su familia, pero admite que en pláticas de amigos, algunos sí temen a las redadas.
“Está muy peligroso ahorita afuera y pues no es justo para las personas, todos son trabajadores pero es muy malo lo que está pasando”, comentó.
-”¿Crees que haya gente que tenga miedo de ir al estadio?”-
-”Creo que sí porque mis amigos también salieron con que ahí está la migra, esos sí, yo creo sí unos están espantados”.-
La selección mexicana estará en Dallas y Las Vegas en próximos encuentros de la Copa Oro pero, donde las redadas también se han extendido pero no con la virulencia de lo que ocurre en la ciudad de Los Ángeles.
