La chef Lula Martín del Campo festejó los 120 años de la cerveza Bohemia en México en su restaurante Cascabel, donde resaltó la importancia de reunirse presencialmente con la familia y amigos, para celebrar la vida una y otra vez y brindar por diferentes motivos, para esta ocasión preparó un menú especial.
“El menú se basa en el maíz, frijol y chile, el mejor maridaje para nosotros los mexicanos siempre ha sido la cerveza y todos tenemos esa mesa de siempre en donde nos reunimos y el sabor de Bohemia es quien nos hace volver a juntar, porque nos hace recordar estos momentos dorados en donde la comida, con la buena cerveza, siempre nos va a hacer volver”, dijo la chef, previo a la cena.
Martín del Campo compartió una anécdota personal con motivo de esta fiesta, recordó que su abuela desde muy chica le enseñó a maridar la comida con Bohemia.
“Mi abuela me daba ostiones con traguitos de cerveza, porque mi bisabuelo era alemán y para ellos es un alimento, yo lo veo como algo que siempre va a estar y por los recuerdos que tengo”, contó.


Lula Martín del Campo y su filosofía de rescatar granos en riesgo de extinción
El inicio del maridaje se dio con la Bohemia Cristal, que es la más ligera, con ligeros toques frutales y menos amarga, acompañó al primer tiempo, un plato de los esquites ancestrales con maíz endémico de Pátzcuaro, Michoacán, con mayonesa de chapulín, con epazote y chile, una combinación que se integró perfecto en cada bocado.
“En Cascabel todo el menú gira alrededor del frijol. maíz y chile, trabajamos con granos que están en riesgo de extinción porque tienen poca demanda. Nuestra intención es trabajar con ellos para que los pequeños productores sigan interesados en seguirlos sembrando y cosechando y que de esta manera la herencia culinaria de México siga viva hoy en día”, comentó.
El segundo tiempo fue una Ensalada de frijoles nativos vaquita negro con nopales, cilantro, aderezo con aceite de oliva, naranja y hierbas, acompañada de Bohemia Weizen que tiene 50% cebada y trigo, con un carácter más europeo y sabor artesanal.
“Los maridajes a veces se contraponen y otras armonizan, cuando la cerveza tiene un toque frutal por ejemplo a naranja y el platillo tenía naranja, es cuando armoniza, pero de repente puedes tener un toque semi dulce que contrasta en el maridaje, es interesante y hay que poner atención a cada sabor”, explicó.
El tercer platillo fue una quesadilla hechas a mano de quelites gloriosos con quesillo de Etla, Oaxaca, cuyo maridaje estuvo a cargo de la cerveza Pilsner, que tiene más grados de alcohol, con un sabor más fuerte con toques herbales y que también acompañó al siguiente tiempo, que fue una gordita de chicharrón prensado.
El plato fuerte fue una tortilla de huauzontle con mole artesanal, que se elabora desde cero en Cascabel, maridado con cerveza Vienna que se caracteriza por esos toques de sabor a nuez, cacao, chocolate y caramelo. Para cerrar la degustación el postre fueron coricos, galletas hechas de maíz, acompañados con una taza de café.
“Somos herederos de una gran linaje y siempre he creído que alrededor de la mesa, suceden las mejores cosas, si nos ponemos a analizar un poco la cadena de valor que hay alrededor de cada platillo, nos deja en claro que la comida en las mejores mesas, nos van a unir y por eso tengo este lema que es: ‘Hagamos país’, porque si valoramos todo lo que hay detrás desde el productor, el cocinero que lo transforma y el mesero que lo trae a la mesa, nos va mejor”, puntualizó.

Claves
Cascabel nació en 2017 con comida mexicana y todos sus platillos giran alrededor del frijol, maíz y chile que son parte de la identidad de los mexicanos.
Es el tercer año que la chef Lula Martín del Campo colabora con Bohemia por la variedad de cervezas que tienen y por ser sostenibles, van de acuerdo con su filosofía de darle valor al origen y en la gastronomía sustentable.