La recuperación del río Nazas en su tramo urbano podría lograrse a partir de una mejor gestión del agua, especialmente mediante la regulación del tráfico ilegal y la eficiencia en el riego agrícola anual.
“Lo que planteamos no pretende afectar derechos de agua, pues si regulamos las extracciones para que solo se entregue el agua concesionada y tecnificamos la infraestructura agrícola, vamos a tener más agua disponible”, explicó el ambientalista Gerardo Jiménez durante su charla “Río Vivo, Río Urbano”, realizada en el Museo Arocena como parte de la iniciativa Nazas Vivo.

El especialista aseguró que existe una ruta viable para alcanzar este objetivo, siempre y cuando se impulse una gestión más eficiente del recurso. Subrayó que la propuesta no solo busca mejorar el paisaje metropolitano, sino también generar beneficios ambientales de gran alcance.
Propuesta de recuperación del río
Jiménez detalló que el tramo que se busca recuperar comprende 40 kilómetros, desde la presa San Fernando hasta la represa de El Cuije. Señaló que este planteamiento se presentó como parte de la campaña Nazas Vivo, que tiene como finalidad sensibilizar a la población sobre la posibilidad de rehabilitar lo que se conoce como río urbano.
“Lo que nos interesa es someter a la discusión pública que como ciudadanos conozcamos una propuesta que es factible, pero también necesaria, no solo para mejorar el paisaje de la zona metropolitana, sino obtener otros beneficios ambientales”, indicó.
De acuerdo con el especialista, el 60 por ciento de los 930 millones de metros cúbicos autorizados en promedio cada año para un ciclo agrícola en La Laguna se desperdicia, lo que hace evidente la necesidad de modificar el modelo de gestión.
Beneficios de recuperar el cauce urbano
Jiménez insistió en que el agua que podría destinarse al río provendría del control de extracciones ilegales y de una mayor eficiencia en el uso agrícola. Añadió que la recuperación del cauce permitiría beneficios adicionales como la recarga del acuífero, un cambio positivo en el paisaje urbano, mejor calidad del aire e incluso un impulso a la economía local.
“Ya se promovió una iniciativa para que se reconozcan los derechos del río Nazas. Esto implica que cada año se asigne un volumen para que fluya por el cauce. Son mayores los beneficios que tendríamos si recuperamos el río vivo y el río urbano”, concluyó.
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