Erick López busca junto a su familia la estancia legal en México. Para sobrevivir, se ha movilizado diariamente con sus pequeños pidiendo monedas en un bulevar, en tanto que su mujer y su bebito permanecen en casa. En un cartón ha escrito su condición. Es migrante y necesita ayuda en Torreón. Él se quedará en la Comarca Lagunera en espera de poder lograr hacer avanzar su solicitud de refugio.
"Nosotros venimos de la capital de Honduras, ya tenemos más de un mes acá. Estoy yendo a Migración por unos documentos para poder quedarme en México. Primero la idea era cruzar al otro lado, pero como se puso con lo de Donald Trump, entonces decidimos quedarnos porque vengo con mi esposa y dos niños; ella ahorita está en Gómez Palacio (Durango), y tenemos (también) un bebé pequeño".

“Nos están prestando un lugar donde quedarnos. Nos han dicho que si nos van a ayudar con los documentos; (fue) la delincuencia, más que todo, es por lo que uno sale de su país, y también por las oportunidades de trabajo, porque lo que más quiere uno es lo mejor para sus hijos”.
Sobre los centros de atención para migrantes, Erick dijo que siempre están llenos y por lo regular son dos o tres días para permanecer y utilizar los dormitorios. Es por ello que la ayuda de un hombre les permitió tomar un respiro. Y dormir con más tranquilidad.
“Un señor nos está prestando dónde quedarnos. A él lo conocimos aquí mismo; me dijo que ya me había visto hacía unos días y me dijo que su casa no estaba abandonada, sino que no tenía quien se la cuidara. Gracias a Dios, la gente es muy buena, la policía acá también. En el sur de México sí nos han robado, pero aquí no”.
Flujo migratorio cambia
Aunque se trata de la misma población, cada frontera tiene sus propias dinámicas para atender sus necesidades. Así lo expresó María Concepción Martínez Rodríguez, coordinadora del Centro de Día para Migrantes 'Jesús Torres Fraire', pero además coordinadora de la red de activistas que se ubican en la zona norte de México. Ella establece que en Coahuila y pertenecientes a la Diócesis, existen dos albergues en Piedras Negras, así como uno en Torreón, Saltillo y Frontera, respectivamente.
Otros dos albergues fueron instalados a iniciativa de otras instituciones religiosas en Piedras Negras, en tanto que el gobierno del estado habilitó espacios para poder dar refugio hasta a 2 mil personas en su frontera, al considerar las deportaciones masivas que se registran en los Estados Unidos. Pero la realidad es que no han llegado tantas personas.
“En la zona norte está Tamaulipas y ahí hay dos albergues porque esperan que por ahí regresen. Esta zona comprende Tamaulipas, Nuevo León, Sonora, Tijuana, Mexicali, Chihuahua y Coahuila. Aunque hablamos de la misma población, cada frontera tiene diferentes comportamientos. Aquí llega gente con niños perdidos, o niños con papás perdidos, pero los encontramos. Acá tenemos una red que nos permite su localización. Por ejemplo, a una menor la encontramos en Zacatecas, era de 17 años, que creían era mayor de edad”.
María Concepción detalla que, a pesar de que existe una fiscalía para la defensa del migrante, y a su vez una organización que se encarga de ubicar a los migrantes desaparecidos, muchas veces la gente no lo sabe, otras veces no confían y otras tantas las autoridades no hacen lo que deben.
En Torreón, el albergue 'Jesís Torres Fraire' se mantiene en construcción para ampliar sus servicios y permitir por un par de noches la estancia de algunas personas. Pero tras las deportaciones, los migrantes poco a poco han desaparecido del paisaje lagunero ante el temor de ser detenidos por la Guardia Nacional.
“Aquí son dos noches y no han llegado muchos, pero pensamos que ahora lo que intentan es una estancia legal… Cuando aplicas y ya no tienes más del tiempo permitido para iniciar esos trámites de refugio, pagas una multa. Por ejemplo, ahorita la chica que quiere hacer su solicitud de refugio, que ya tiene un bebé, le están cobrando como 15 mil pesos en tres pagos. Sí, es caro y son varios conceptos, no sé cuáles sean porque eso lo hace la abogada”.
Martínez Rodríguez acotó que hay algunos que desean hacer la solicitud, pero lo piensan dos veces porque al iniciar el trámite se debe concluir en la misma ciudad en que se inició de tal suerte que no se pueden mover hasta que les sea resuelto, sean aceptados o no. De lo contrario se toma como abandono y es más difícil intentarlo luego. Es por ello que se vuelve trascendente el contar con un domicilio.
“Es difícil que alguien les rente una vivienda por ser extranjeros; nosotros sí hemos ayudado a familias para que les renten, con amigos y todo, que han hecho su solicitud de refugio o que esperan su cita. Y los que se quedan a trabajar lo hacen de forma irregular, y consiguen trabajo informal o eventual. Nosotros aquí tenemos una pequeña bolsa de trabajo para personas que ocupan por uno o dos días, y lo hacen de buena fe”.
Aunque no es frontera, la región Laguna sí registra la presencia de migrantes deportados. Y como ellos se internaron sin documentos, si deciden movilizarse deben volver a viajar en el lomo de 'La bestia', porque no les venden siquiera un boleto de autobús. Además, aunque se entreguen al personal de Migración, estos les dicen que “le hagan como puedan” para volver a sus países. Es así como se estacionan un rato en la región y luego se van.
"Lo que siempre le hemos solicitado a las autoridades de los tres niveles es el respeto al derecho humano porque sabemos que los apoyos ya están designados a las asociaciones y que nosotros no hemos contado casi nunca con algún programa del gobierno; sí hemos tenido apoyos, pero por parte de personas y no del municipio, por ejemplo en el día del niño que nos facilitan bolos o un pastel".
“El centro se ha sostenido de la misma forma en la que inició y si llegara a haber alguna situación, sí tendríamos que acudir a las autoridades porque la responsabilidad es de ellos. Ahorita que está todo tan militarizado, tan difícil, ya no lo quieren intentar y se están entregando. El flujo migratorio está cambiando. Si nosotros tenemos ocho migrantes, hay refugios que no tienen ni uno y te preguntas, ¿qué pasa, porque la gente sigue saliendo de sus países? Pero no sabemos qué va a pasar, porque no creo que se detengan por tanto tiempo”.
Alimentar al hambriento
Irma Leticia Valles Ortega, en el comedor Santa Cecilia de Torreón, y Claudia Ríos, conocida en Gómez Palacio, Durango, como Claudia La del Tren, se concentran en darle de comer a las personas migrantes que padecen hambre y que aun hasta hace bien poco se movilizaban en pequeñas caravanas, algunas veces amenazadas por ladrones que los despojan de sus bienes mientras el tren va en movimiento, o por el crimen organizado.
Se le pregunta a Irma Leticia si sigue preparando el mismo volumen de alimentos y ella, que atiende al comedor Santa Cecilia en tres horarios, apuntó que el flujo migratorio ha disminuido enormemente. Situación que coincide con las amenazas del presidente de los Estados Unidos, pero también con algunas acciones consideradas violentas.
Días pasados a la visita al comedor, se registró el levantamiento de un hombre por un grupo que lo subió a una camioneta con violencia, a poca distancia del comedor. Además, no faltan los habitantes locales y los migrantes estacionados, que abusan de los nuevos al prestarles servicios.
Así los despojan de 30 pesos por cargarles el celular. O de 50 pesos por rentarles una casa de campaña o una regadera, en suma, hacen negocio de una tragedia global. Claudia Ríos, activista radicada de Gómez Palacio, confirma el hecho, pues ella ha visto cómo los ladrones se suben al tren y, en movimiento, despojan a los migrantes de su dinero y de cualquier cosa que pudieran vender.
Claudia precisó que para ello primero “ponchan el tren”, es decir, desconectan algún vagón parcialmente de tal forma que pierda la velocidad para poder subir y asaltarlos. Incluso los conductores de la locomotora saben que después de los migrantes, también se corre el riesgo del asalto al tren y por ello hacen lo posible por evitarlos. La recomendación es tirarlos de los vagones, pues representan una gran amenaza de accidentes mortales.
DAED