José Manuel Maldonado Silerio se toma con calma la vida porque de chavo fue desenfrenado pero hoy junto al triciclo que cada mañana utiliza para recolectar plástico, cartón y papel, solo tiene un cuartito de 'Tonayan' cerca, al que cada tanto le pega un sorbito.
En la 'pepena' también encuentra algunas cosas para vender en tanto que la comida pueden ser unos ricos nopales cortados en algún lugar donde no los extrañarán. Metidos en un bote bajo el chorro de agua, un amigo de José Manuel apunta que se debe aprovechar porque días atrás ni siquiera pudo bañarse.
“Ahorita sí tenemos agua, oiga, sin batallar. Si no pos hay tengo como 20 botes y los lleno, pero pa’qué, si ya tengo como ocho años que no me baño. ¿Y sabe por qué? Porque me hace daño”, apunta José Manuel para luego soltar la carcajada. Luego se corrige y dice que eso equivaldría a andar por el mundo sin higiene.
Para el trabajo también utiliza un carrito del supermercado donde curiosamente se observa una botella de gel antibacterial junto a algunas prendas y alimentos. Con domicilio en la calle Independencia 235 en Lerdo, Durango, dijo que duró 28 años fuera del país. Y la verdad no fue la añoranza sino que lo deportaron el motivo por el cual volvió a La Laguna.
“Ya tengo como nueve años acá, no me vine, me corrieron, les digo la neta… Ire, le vendo una bolsa de vaca. Tómale una foto al guachicol, órale… ya son, nací en 1970, ora el 18 de mayo cumplo los cincuenta”.
Con una propiedad que él mismo levantó “de allá pa’ca”, asegura que en su casa caben todos y si un día, dios no lo quiera, corren a los reporteros de su casa, él los recibe con gusto aunque por el momento se encuentra buscando novia.
“Empecé a hacer mi casa y todos esos cuartos los hice en un año y en ese tiempo anduve en otros lados. Yo soy Pepe, el pepenador. Ustedes no se agüiten, cuando los corran de sus casas allá tengo dos cuartos atrás, un baño y todo esto de aquí porque yo soy solitario y solterón, simón… haga una nota de que busco chamaca, nomás dígales que me voy a rasurar, que me voy a bañar y sobres, nomás dígales que ya no tengo dientes, me los tumbó la droga, hay que hablar la neta”.
Aunque dice que si hay sí la quema, Pepe asegura que fue en los Estados Unidos donde probó toda clase de droga y ahora nomás su alcoholito lo acompaña porque diosito es grande y hay que darle hasta que el cuerpo aguante.
EGO
