Con el objetivo de proteger el medio ambiente y salvaguardar la salud pública, la Procuraduría Ambiental y Urbana de Tamaulipas (PAUT) clausuró un predio dedicado al acopio y reciclaje de neumáticos usados, el cual operaba fuera del marco legal, sin contar con los permisos correspondientes en el municipio de Altamira.
La medida fue tomada tras una visita de inspección realizada a finales de 2024, en la que se constató que la empresa almacenaba, compactaba y manipulaba miles de llantas sin ningún tipo de autorización ambiental. En una segunda inspección, personal de la PAUT procedió a colocar los sellos de suspensión de actividades, impidiendo la entrada y salida de materiales en el sitio.
“Actuamos de inmediato porque el mal manejo de neumáticos puede detonar incendios que liberan gases tóxicos y metales pesados; no vamos a poner en riesgo a la gente ni a nuestros ecosistemas”, declaró el procurador ambiental Ramiro Lozano González.
Neumaticos abandonados en peligro de incendio
Además del peligro de incendio, los neumáticos abandonados o mal dispuestos acumulan agua de lluvia, convirtiéndose en criaderos de mosquitos transmisores de dengue, zika y otras enfermedades. Por ello, la clausura temporal busca presionar a la empresa para que regularice su operación y garantice un manejo seguro y responsable de cada llanta recolectada.
Incumplimiento genera multas hasta suespensión de actividades
La PAUT recordó que en Tamaulipas existen normativas que obligan a cualquier generador o gestor de residuos de manejo especial a contar con autorizaciones específicas para su transporte, acopio y procesamiento. En caso de incumplimiento, las sanciones pueden ir desde multas económicas hasta la suspensión o revocación definitiva de actividades.
“Nuestro compromiso es claro: hacemos valer la ley para construir un futuro limpio y seguro para todas y todos”, afirmó Lozano González.
Finalmente, la procuraduría llamó a la ciudadanía a colaborar en la vigilancia ambiental, poniendo a disposición el número 834 123 1234 para denunciar sitios clandestinos, tiraderos ilegales o cualquier práctica que afecte los ecosistemas locales.