Los integrantes del Cuerpo de Bomberos este día fue celebrado como héroes, como se lo merecen por arriesgar su vida para proteger a los ciudadanos en una ciudad como Tampico, que además de apagar fuego, retirar cornisas y atender emergencias diversas, debe capturar a los cocodrilos que salen de las lagunas que rodean la zona.
Bomberos se convierten en especialistas para capturar cocodrilos
Al preguntar a los comandantes del Cuerpo de Bomberos de Tampico, que acaban de salir de una misa para dar gracias a Dios por un año más haciendo lo que más les gusta, refieren que el joven Luis Mar Espinoza Pérez, con dos años de apagafuegos, en verdad “se la rifa” para eso de agarrar saurios cuando llegan a las calles.
De complexión delgada, piel morena y con cierta timidez, es el joven elemento que suma aproximadamente la captura de cuarenta cocodrilos en un par de años, es una cifra elevada, tomando en cuenta que hay veces es el número de saurios que logran salir en un año aproximadamente.

El primero de los cocodrilos que ha logrado capturar en su corta carrera, lo cual hace con ayuda de sus compañeros y a veces junto a especialistas en biología, “fue uno muy pequeño, ese lo capturé con la ayuda de un teniente de aquí que me enseñó a capturarlos, de 40 centímetros, no era muy grande”.
Aunque no era un espécimen de gran tamaño, el cocodrilo moreletti o de pantano, a ese tamaño ya tiene los suficientes dientes para arrancarle el dedo a alguien o generar lesiones de consideración a alguna persona, así que se debe de contar con cierta capacitación para lograr atraparlos.
Pero el tamaño que logró atrapar en comparación con el primero fue considerable, lo cual logró ya con una mayor práctica y concentración, porque era de una longitud de casi 3 metros, lo cual ya se requiere un mayor riesgos para los apagafuegos.
“El más grande que he capturado fue uno de 2.70 metros de largo que salió de la laguna del Carpintero (uno de los principales atractivos de la ciudad), por unas rejas y por ahí lo capturamos, lo regresamos a su hábitat, fue peligroso porque es un ejemplar muy grande”, recuerda nervioso el joven que ha visto cara a cara a los “juanchos”.
El primer cocodrilo que capturó
Durante estos años Luis Mar recordó el primer cocodrilo que capturó y hasta el más grande, pero también tiene presente al saurio que más temor le dio al capturar, el cual logró junto con el respaldo de más compañeros y apenas hace algunas semanas, en el marco de la inundación de la
colonia Vicente Guerrero “Sector Moscú”,debido a la
creciente del río Tamesí y la laguna del Chairel, lo cual fue tema nacional porque los niños hasta toboganes instalaron en las viviendas inundadas.
Ahora en la inundación del Sector Moscú, el bombero atrapa cocodrilos, relató que “el agua nos llegaba hasta aquí a la cintura, así que el biólogo y yo lo pudimos capturar durante la madrugada, era de 1.40 metros”, luego de recibir un reporte de los ciudadanos ya que estaba en el patio de una vivienda.
El temor del joven bombero fue que el saurio estaba entre el agua, en su hábitat, así que las maniobras no solamente eran peligrosas sino que eran más complejas, por ser en la oscuridad de la noche y solamente tenían la visibilidad que unas lámparas les proporcionaban.
“Sí es el más peligroso porque era de noche, oscuro y fue prácticamente dentro del agua, en su hábitat”, relató, pero a como diera lugar tenían que sacarlo de la colonia, de entre los patios de dicho sector que está cercano a la carretera Tampico-Valles, una zona urbana en donde se pudo presentar alguna otra situación.
La preparación de los apagafuegos para atender las necesidades de una ciudad como Tampico se ha dado paulatinamente, así que por lo menos en los últimos 15 años comenzó la capacitación para poder capturar saurios, ya que antes era empírico, como Dios lo diera entender.
Posteriormente, autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), además de funcionarios de Seduma Tamaulipas, comenzaron a capacitar a los elementos y poco a poco fueron perfeccionando la manera en cómo inmovilizar a los saurios y a capturarlos.
De acuerdo a una de las demostraciones públicas que han realizado, lo primero que se tiene que hacer es poder minimizar o limitar la visión del saurio con algún trapo o ropa, con la finalidad de que no vea dónde está más agresivo, posteriormente una, dos o tres personas lo inmovilizan. Primero le atan el hocico con cinta de aislar o cuerda.
Ya posteriormente, se procede a atar las extremidades del cocodrilo y su cola con cuerdas resistentes y se sube a una camioneta para poderlo regresar a su hábitat, normalmente es la laguna del Carpintero, que está en el centro de la ciudad o en la laguna del Chairel, en el caso de que sea atrapado por esos rumbos