En 2012, México fue testigo de una de las estafas más insólitas: un engaño que prometía riquezas a través de un sorteo televisado. Lo que comenzó como un sueño se convirtió en un escándalo nacional que se desarrolló en tiempo real ante los ojos del país; Netflix revive esa historia en Me late que sí, con Alberto Guerra en el rol del hombre detrás del fraude que, entre la ambición y la desesperación, terminó atrapado en su propia red de mentiras.
“Se me antojaba muchísimo este personaje (Conejera) por lo alejado que está de cualquier otro que haya hecho. Explorar otra parte interesante que resuena conmigo, como la paternidad. Es curioso porque la gente ve mi carrera desde afuera de una manera, que suele ser con personajes relacionados con la violencia, pero yo la veo desde adentro y eso es lo que estoy explorando con Me late que sí”, dijo Guerra en entrevista con MILENIO.
“El personaje es ágil, divertido y es una historia real, una historia que sucedió hace no mucho tiempo y sobre todo, lo que me sorprende es cómo sucedió. Todo el país lo estaba viendo en vivo, eso es tremendo”, agregó el actor, sobre la historia sobre el sorteo que, hace 13 años, sorprendió a los mexicanos cuando se ejecutó el robo de 160 millones de pesos ante los ojos de millones y que quedó grabado en la historia del crimen nacional.
Lo fascinante de Me late que sí no es solo el caso, sino la manera en que la serie aborda la psicología de quienes se ven envueltos en estas tramas. No es una historia de buenos y malos, sino de personas con claroscuros, de decisiones que los llevan al límite, porque, seamos honestos, “todos hemos soñado con ganarnos la lotería”, muchos otros “con robar esa cantidad de dinero, pero una cosa es imaginarlo y otra hacerlo”.
La serie, con un tono de dramedy —drama y comedia— de suspenso, nos sumerge en esa delgada línea entre la suerte y la trampa, entre la moral y la necesidad y “lo que me encantó de la narrativa es que encontraron una forma muy creativa de ponerlo en pantalla, a través de los personajes, y del contexto sociopolítico que vivía México, a nivel de corrupción y de muchísimas otras cosas, y todo es a través de un tono muy específico”.

Y agregó: “Algunos personajes son el reflejo de lo que sabemos y opinamos de la gente en cargos públicos. No es una historia política, esto es más humano y lo que importa es ver a los personajes desde dentro. Es la historia de José Luis Conejera y lo que lo motivó a hacer lo que hizo y eso no lo vuelve una mala persona, es un ser humano con claroscuros y nos define lo que decidimos en la vida”.
Además, Guerra participa en otra historia que Netflix retoma en la segunda temporada de la serie Accidente. Con más de 37 millones de visualizaciones en su primera entrega, la producción regresa para seguir explorando los límites de la justicia y la venganza de un grupo de padres de familia que perdieron a sus hijos en un accidente de un juego inflable. En ella, Guerra da vida a El charro.
“El charro, un personaje muy poderoso, lo veo con valores contrarios a los míos, habla tanto de la sociedad y me causa curiosidad por qué ha tenido tanto éxito, les pregunto qué hice mal, porque les cae bien, debería caerles mal. Es dificl juzgar el comportamiento de alguien que pierde un hijo de esa forma y aquí te identificas con cada personaje, todavía no sé nada de la segunda temporada, pero sí sabemos dónde acabó la primera: encerrado”, dijo.
El éxito de estas producciones en español confirma que las historias latinoamericanas tienen un público fiel, sino que también compiten de tú a tú con las grandes producciones internacionales, como lo dice Alberto.
“Históricamente escuchamos que si quieres triunfar hay que irnos, pero no es así, yo soy defensor de nuestro idioma, siempre defenderé mi lengua y si tengo que provocar algo será en español, eso sería un orgullo”.
“Tenemos riqueza cultural, nuestra idiosincrasia. Y sí, ha sido un enorme placer formar parte de dos series en el año anterior: Accidente y Griselda, que han tenido ese nivel de conexión, es increíble, son en español y me encanta porque compitieron a nivel mundial con las producciones globales, eso te dice que los latinos tenemos un gran público y que nuestra forma de contar las historias es interesante”, concluyó Alberto Guerra.
AJR