En el mundo de los coleccionables, las photocards de K-pop se han convertido en un objeto de gran valor. Lo que solía ser un simple extra en los álbumes, hoy en día es un mercado millonario donde los fans buscan las tarjetas más raras. Pero, ¿cuál es la más cara de todas?
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La photocard de Jungkook que rompió récords
La photocard más costosa en la historia del K-pop pertenece a Jungkook, el talentoso vocalista de BTS. La tarjeta, parte del evento Butterful Night Fan Event Lucky Draw, es considerada una pieza de colección por su extrema rareza.
Esta pieza se vendió en una subasta por un precio asombroso de $3,213 dólares, demostrando el gran valor que los coleccionistas están dispuestos a pagar por una pieza única, especialmente de un artista de la talla de Jungkook.
El valor de las photocards no se basa solo en el artista, sino también en su rareza. Las más valiosas suelen ser:
- Firmadas a mano: Estas son las más escasas y codiciadas.
- De eventos especiales: Tarjetas que solo se regalaron en conciertos, fan meetings o eventos muy exclusivos.
- Errores de impresión: Photocards con un defecto en el diseño que las hace únicas e increíblemente raras.
- Ediciones limitadas: Las que solo se incluyeron en las primeras impresiones de un álbum o en una versión muy limitada que ya no vuelve a estar en producción.
Aunque la tarjeta de Jungkook es la más valiosa, el valor de estas tarjetas varía, pero las ediciones más buscadas de Jimin, V y Suga se han vendido en subastas y reventas por cifras que, aunque no superan el récord de Jungkook, sí pueden llegar a valer varios cientos o incluso miles de dólares.
Otras photocards que alcanzan precios de locura
El fenómeno de las photocards de alto valor no se limita a BTS. Coleccionistas de todo el mundo buscan incansablemente tarjetas de otros grupos que, por su rareza, han llegado a valer fortunas.
- Stray Kids: Algunas de las photocards más costosas del grupo pertenecen a Felix y Hyunjin. Las tarjetas exclusivas de Lucky Draw, que se obtenían en sorteos aleatorios de álbumes en tiendas físicas, pueden alcanzar precios entre $100 y $200 dólares.
Son muy valiosas porque solo se podían conseguir de forma limitada y en persona.
- BLACKPINK: Las tarjetas de Lisa, especialmente las de la era del concierto en línea The Show, son altamente codiciadas. Una de las photocards más caras de esta colección se ha vendido por más de $1,000 dólares.
Su alto valor se debe a que solo se incluían en paquetes especiales del DVD del concierto, que se vendió en una edición muy limitada.
- TWICE: En el caso de este grupo, las photocards de su gira TWICELIGHTS de 2019 son muy valoradas. Las de Mina, en particular, han llegado a venderse por cientos de dólares.
Su rareza proviene de ser ediciones exclusivas para el merchandising del tour en Japón, lo que las hace muy difíciles de encontrar en el mercado internacional.
El Mercado del Coleccionismo: la búsqueda de la tarjeta perfecta
Para entender por qué los precios son tan elevados, es importante conocer las reglas de este mercado. El valor de estas tarjetas no es solo monetario, sino también social y emocional.
El precio de las photocards suele variar entre miembros que son "más cotizados", lo que hace que sus tarjetas sean más caras.
La mayoría de las photocards se consiguen de manera aleatoria al comprar un álbum, y la suerte de cada fan influye en si obtienen al miembro que desean.
Este factor aleatorio es una de las principales razones por las que la reventa se vuelve tan activa. Muchos fans compran álbumes completos solo para conseguir la photocard que quieren, creando un ciclo de compra y reventa.
Además, los álbumes suelen tener versiones exclusivas para diferentes tiendas (tanto coreanas como internacionales, como Target). Esto multiplica el número de tarjetas a coleccionar y provoca que las versiones específicas de cada tienda tengan un precio de reventa mucho más alto.
Las photocards japonesas también son de las más valiosas en el mercado de la reventa. A menudo, se lanzan colecciones exclusivas para el público de Japón, ya sea en ediciones especiales de álbumes o en merchandising de conciertos.
Su exclusividad y la dificultad para que los fans internacionales las adquieran elevan su precio considerablemente.
El valor emocional y el lado oscuro del coleccionismo
El valor de estas tarjetas no es solo monetario. Para la mayoría de los fans, las photocards son una forma de conectar con sus artistas favoritos.
La búsqueda, el intercambio y la venta han creado una comunidad global de coleccionistas que se organizan en redes sociales y foros, donde comparten su pasión y sus logros.
Sin embargo, este mercado también tiene un lado oscuro. El alto valor de las photocards ha dado lugar a la falsificación. Muchos fans son víctimas de estafas al comprar tarjetas falsas en línea, por lo que la comunidad se ha vuelto muy estricta a la hora de verificar la autenticidad, así como también estafas de ventas.
Los coleccionistas más experimentados siempre recomiendan pedir videos o fotos detalladas de la tarjeta, y comprar solo en plataformas con una reputación sólida.
