Chespirito fue uno de los humoristas más importantes que ha tenido México. Sus programas y personajes se volvieron icónicos, convirtiéndose en símbolos de la comedia en todo el continente.
Con el estreno de su bioserie, producida por sus hijos, el público ha podido conocer más sobre su vida personal, incluyendo su relación con Graciela Fernández, su primera esposa, con quien muchos empatizaron a lo largo de los capítulos de Sin querer queriendo.
Ahora, Paulina Gómez Fernández, hija de Roberto Gómez Bolaños, ha compartido en su cuenta de Instagram algunas imágenes inéditas de sus padres.
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Paulina Fernández muestra fotos de Chespirito con su primera esposa
Fue a través de Instagram que la productora e hija de Chespirito publicó algunas fotografías acompañadas del mensaje:
“Fotitos borrosas… Recuerdos vivos.”
Cabe recordar que la relación entre Roberto y Graciela se volvió tema de conversación nuevamente gracias a la bioserie que llegó a Max, y que fue producida por sus hijos Roberto y Paulina. En ella se retrata cómo fue la relación entre ambos hasta que Chespirito tomó la decisión de separarse.
La separación y la llegada de Florinda Meza
Hoy en día es bien sabido que el humorista terminó su vida al lado de Florinda Meza, conocida por interpretar a "Doña Florinda", con quien se casó en 2004. Sin embargo, se ha señalado que esta relación comenzó mientras Roberto aún estaba casado con Graciela, y que el divorcio oficial se dio hasta 1989, después de más de 20 años como pareja.
La relación entre Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza generó controversia en su momento, especialmente por los rumores que circularon en los medios. Años después, el propio actor reconoció que su vínculo con Florinda fue complejo y marcado por altibajos. No obstante, convivieron por muchos años antes de casarse oficialmente.
En su biografía, Chespirito expresó el peso emocional que vivió al separarse de su primera esposa:
“El siguiente paso representaba un inevitable trauma, pues no es cualquier cosa la ruptura de una unión como la de Graciela conmigo, que, a pesar de las incompatibilidades, había perdurado por más de dos décadas. En el proceso hay un fiscal que actúa de manera implacable: el sentimiento de culpa.”
Graciela Fernández nunca hizo declaraciones públicas tras la ruptura y decidió continuar su vida alejada del foco mediático. Falleció el lunes 26 de agosto de 2013, a los 84 años de edad.
