Alejandro Speitzer se estrena en los monólogos con la puesta en escena Cruise, de Jack Holden, donde también debutará como productor de teatro al lado de Sergio Gabriel y Óscar Uriel. Bajo la dirección de Alonso Íñiguez, este texto ha retado al actor porque, según nos compartió en entrevista, le ha implicado una serie de cuestionamientos.
“Este monólogo representa el reto más grande que he tenido como intérprete a lo largo de mi carrera, no tengo duda, es el más incómodo en el que me he sentido, en el que más miedo he tenido, pero representa el cuestionamiento que me he venido haciendo a partir de que he ido madurando como actor y es ¿qué necesito yo como persona y como actor? y lo que necesitan los demás de mí”, compartió Speitzer.
El actor aseguró que conecta mucho con el texto porque los cuestionamientos le parecen interesantes y poderosos. “Las preguntas que plantea son universales, habla de una historia de amor, que es el lenguaje universal, es la manera en la que puedes conectar entre corazones”, agregó.
Otro de los elementos a destacar en la obra es la música, que dice Speitzer junto con la escenografía se convierten en otros personajes que lo acompañan en el escenario.
“Entiendo que en cualquier obra de teatro se vive así, pero aquí es muy específico y poderoso, porque marca el inicio y el fin de una era. La música refleja muy bien lo que se estaba viviendo que era la rebeldía y vamos a bailar lo que queremos y la fiesta también nos va a representar, aunque intenten callarnos y ocultarnos”, destacó.

“Esta historia es necesaria y cualquier historia que dignifique, lo que quienes con valentía lucharon por las libertades de las que hoy gozamos, me parece que se tiene que contar. Que las nuevas generaciones puedan ver esto, va a ser muy bello, poder resignificar esas heridas”, acotó.
Actuar y también producir esta obra, le ha provocado ansiedad a Speitzer porque le gusta hacer las cosas de la mejor forma, se considera una persona responsable en todo lo que hace y esto de una u otra manera afecta su vida personal. “Soy muy creativo, con muchas cosas en la cabeza, y creo que todo es una fuga de toda esa energía y si no lo saco, no sé cómo sería, tengo un tiempo produciendo en cine y quiero involucrarme en las historias que me parecen importantes, si no llegan a mí tengo que buscarlas”.
Con 25 años de carrera, Alejandro dijo que es un privilegio hacer lo que le apasiona y sobre todo en un país como México, en donde cree que faltan oportunidades. “No me puedo sentir más que agradecido. Veo hacía atrás y me siento muy orgulloso de todo mi esfuerzo y la dedicación que he puesto para seguir, esta es una carrera de fondo, muchos deseamos llegar a muchos lugares, pero estar ahí y sostenerse es muy complejo, tienes que sacrificar muchas cosas y a veces duele, pero ha valido la pena”, reflexionó.
Speitzer aclaró que nunca ha sentido acoso por parte de la comunidad LGBTQ+. “De la comunidad he recibido mucho amor y respeto. Todos los personajes que han sido parte de la comunidad los he abordado de la misma manera, con amor y mucho respeto”.

Cruise se estrenó en Inglaterra en mayo de 2021, se convirtió en el primer éxito teatral post pandemia, la historia narra las aventuras y desventuras de un joven en la década de los 80. “Busca un paralelismo con la época de los 80, en una reflexión la actualidad, en una reflexión lúdica, divertida, sensual, musical y conmovedora, va de una reflexión como seres humanos en las últimas décadas y cómo nos comportamos en sociedad. Muestra el fin de una era y el principio de otra, es un espectáculo divertido y conmovedor”, aseguró Uriel.
El productor Sergio Gabriel trae por primera vez a México este texto porque el texto lo impactó y le llamó la atención para presentarlo en la que considera la capital del teatro.
“México está listo para ver los mejores textos del mundo, cuando recién viajé después de Paideia fui a Londres, vi este monólogo y me impactó desde ver que estaba llena la sala y el impacto que causó con un tema tan universal que es el VIH y que sigue tanto de qué hablar. Solo me atrevería hacerlo si encontraba un actor que pudiera con el personaje, si Alejandro no lo hubiera aceptado, no habría peleado tanto los derechos para hacerla”, contó.
Para Alonso ïñiguez, quien también adaptó el texto original, esta obra también busca que no se olvide la cicatriz que la comunidad carga con la aparición y contagio del VIH. “Ya no es con la gravedad con la que se veía hace tiempo, pero sí como un punto de concientización para que las nuevas generaciones puedan entender por qué heredamos ciertas cosas, además de ser una oda a la música, entender el cambio de la música disco a la electrónica”, explicó.
Cruise se ha presentado en Londres, Australia y ahora en México, a partir del 24 de octubre en el Teatro Milán, con funciones de viernes a domingo.
CST