Pankaj Mishra (India, 1969) es ensayista, erudito, novelista y una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo, aunque, claro, él lo niega con una sonrisa en entrevista con MILENIO.
“Nunca pensé en mí mismo teniendo algún tipo de habilidad especial, menos de una mente brillante. De hecho, vivo con la constante inseguridad de que no estoy haciendo mi trabajo correctamente. Esa es la conciencia que tengo más intensa sobre mí mismo, de que estoy fallando, de que no estoy haciendo el trabajo correctamente. Otras personas dicen. 'Nos gusta mucho lo que escribes' y yo pienso ‘ok, eso es interesante’ porque no creo que sea muy bueno”.

El escritor dice que cuando empiezas a pensar que tienes una mente brillante, tal vez estás en problemas. “Si yo lo pensara, dejaría de escribir en ese momento y de sentir”, agregó el autor de El mundo después de Gaza, publicado por Galaxia Gutenberg.
Pankaj Mishra cuenta que parte de su trabajo es estar alerta con las cosas que pasan en el mundo y sobre todo con las guerras y conflictos.
“Hay muchas partes muy oscuras, muchos conflictos militarizados alrededor del mundo. La gente está invirtiendo más y más en la violencia y aumenta la crueldad, y en los Estados Unidos, que afirman ser una gran democracia, ahora se está convirtiendo rápidamente en una dictadura muy peligrosa”.
El ensayista sostiene que si esto está sucediendo con los más ricos, los más poderosos, “entonces creo que tenemos que parar y preguntarnos: ‘¿A dónde vamos? ¿Nosotros tenemos que seguir este modelo de sociedad como Estados Unidos, que es cruda y cruel? ¿Por qué la gente sigue votando por tipos como Trump o dictadores en Latinoamérica?”
“Hay gente extremadamente incómoda en esos lugares y no tienen ningún recuerdo de un proceso democrático. Así que como no son felices, acaban votando por hombres fuertes, déspotas, dictadores, esperando que se pongan de tu lado y hagan lo necesario para que su vida sea menos incómoda. Pero sabemos que los dictadores no están interesados en hacer eso; ellos están interesados en el poder y hay locos y fascistas”.
Temas fundamentales
Sobre Latinoamérica, el escritor piensa: “En algunos de esos países la gente piensa que el jefe de un cartel es una persona muy buena y vota por ella; porque ese cartel de drogas, el ‘iluminado’ o el político corrupto le está dando algo que el gobierno no le da; pero no es que sean personas corruptas, estas personas que votan y los apoyan están tratando de vivir una vida normal, pero no hay nada allí”.
El mundo después de Gaza es un ensayo donde aborda las cuestiones fundamentales que plantea el mundo actual: ¿importan más unas vidas que otras?, ¿cómo se construye la identidad en nuestras sociedades multiculturales? y ¿cuál debería ser el papel del Estado-nación?
“Me interesaba el hecho de que las víctimas pueden ser victimarias y no quiero hablar tanto del pasado; lo más importante es vivir en el presente, ser muy conscientes del sufrimiento en el presente y moverse a eliminar ese sufrimiento, sentir compasión, sentir misericordia. Tenemos una responsabilidad humana en cuanto a la pobreza, en las personas que sufren y que son víctimas; esos son los valores que quiero enfatizar. Y algo importante es que no debemos hacer nuestras identidades con base en algo que sucedió hace tres generaciones o medio siglo; tenemos que estar alertas a lo que está sucediendo hoy día”.

Mentes y almas en riesgo
En cuanto a la inteligencia artificial, Pankaj Mishra opinó que los seres humanos tenemos que “estar muy conscientes de que nuestras mentes y almas están siendo hackeadas por estas tecnologías y estamos perdiendo la capacidad de ser humanos y de sentir todas las emociones. Nos están convirtiendo en personas muy robóticas; la inteligencia artificial puede ser un buen aliado para informarte, pero al final del día nos está desensibilizando; así que creo que un libro es una invitación para sentir y pensar mucho más.
El escritor dijo que hay esperanza para la humanidad, puesto que personajes como Trump o Putin tienen más de 70 años.
“Estas son personas viejas que mantienen el mundo de la manera más asquerosa posible. Y hay otras personas, jóvenes, que los ven y se enojan por ello. Y hay esperanza, porque están respondiendo a algo que es puramente malo. Así que cuando protestan contra estas guerras y otros temas, están diciendo: ‘Todo esto que hacen no es en mi nombre, queremos paz', y eso es importante; porque no son solo las personas viejas las que están haciendo guerra y ganando dinero en ellas. Hay esperanza en el mundo con la gente joven. ¿Cómo canalizar esa energía a la política al periodismo? Esa es la gran pregunta para nosotros. Pero definitivamente, sí, sí hay esperanza".
hc