El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) lamentó el fallecimiento de la soprano Lourdes Ambriz, figura esencial de la lírica mexicana. “Reconocida por un extenso repertorio que abarcó ópera, oratorio, música de cámara, renacentista y contemporánea. Con una trayectoria internacional de más de cuatro décadas, actuó en escenarios de Europa, América, África y Medio Oriente”, posteó el Inbal a través de X.
“Fue integrante del grupo artístico Cantantes Solistas de Bellas Artes y recibió la Medalla Bellas Artes en Música 2023, la más alta distinción que otorga esta institución, en reconocimiento a su trayectoria y aportaciones a la música. Expresamos nuestras más sentidas condolencias a familiares, colegas y a la comunidad artística por esta irreparable pérdida”, agregó.

“Vuela alto Lulú, como tu arte, tu canto. Tu voz es la voz de tu alma y la llevo en mi corazón, en mi mente. En mis recuerdos perennes. ¡Te quiero siempre!”, escribió en sus redes sociales, Eduardo Soto Millán, excoordinador de Música y Ópera del INBA y autor del Diccionario de Compositores Mexicanos de Música de Concierto -Siglo XX.
A lo largo de su trayectoria, Lourdes Ambriz se posicionó como una embajadora cultural de México. Formó parte del grupo artístico Cantantes Solistas de Bellas Artes, contribuyendo activamente a la difusión de la música clásica en el país.
Además de su calidad técnica, la soprano destacó por la expresividad y profundidad con que interpretaba cada obra, haciendo de su voz una extensión de su alma y conectando con el público de manera sincera y conmovedora.
Su fallecimiento marca el fin de una etapa brillante y emotiva en la historia de la música lírica nacional. Su voz, que fue mucho más que un instrumento, fue un vehículo para transmitir emociones, historias y la esencia misma del arte. Lourdes Ambriz no sólo representó a México en los más prestigiosos escenarios del mundo, sino que también contribuyó a elevar y enriquecer la cultura musical con una inmensa pasión, sensibilidad y un compromiso total con su arte.
Quienes la conocieron, dicen en redes sociales que su trayectoria es un testimonio vivo de dedicación y excelencia. Desde sus primeros pasos, Lourdes destacó por una formación rigurosa y una disciplina incansable que fue la base para desarrollar un repertorio vasto y heterogéneo. Su talento natural y su búsqueda constante por la perfección la llevaron a interpretar con maestría piezas que van desde la música renacentista hasta las partituras contemporáneas, pasando por la música de cámara y los grandes oratorios. Esta versatilidad la convirtió en una artista integral, capaz de trasladar al público a diferentes épocas, estilos y sensaciones con la autenticidad que solo los grandes pueden alcanzar.
En el ámbito de la ópera, Lourdes Ambriz brilló con luz propia en numerosos papeles protagónicos, donde su voz potente y expresiva cautivó audiencias en el mundo. Fue una embajadora cultural incomparable, llevando consigo la riqueza del canto mexicano y dejando huella en cada escenario que pisó. Su presencia en el grupo artístico Cantantes Solistas de Bellas Artes la consolidó como una referente imprescindible dentro de la comunidad artística nacional, aportando no sólo su voz sino también su energía y compromiso para fortalecer el arte lírico en México.
El reconocimiento más alto a su legado llegó en 2023, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura le otorgó la Medalla Bellas Artes en Música, un galardón que destaca no solo la calidad artística sino también la incansable entrega y pasión con la que Lourdes tejió su camino. Esta distinción simboliza el aprecio profundo que la comunidad cultural y las instituciones nacionales sienten por su obra y por la huella indeleble que dejó en generaciones de artistas y melómanos.
De acuerdo con la crítica, más allá de su técnica impecable y su vasto repertorio, Lourdes Ambriz fue una artista que cantaba con el alma, conectando con su público en cada interpretación. Su voz era vigorosa y emotiva, capaz de transmitir las emociones más profundas, desde la alegría hasta la melancolía. Esa capacidad para hacer sentir y vivir la música es seguramente uno de los legados más valiosos que nos deja.
El reconocido crítico de música, Lázaro Azar escribió al enterarse de la noticia: “Fue una admirable guerrera ante tan larga y dura batalla. Bendito Dios, ya descansó”
El impacto de Lourdes en la música mexicana y a nivel internacional, trasciende su legado discográfico o sus memorables presentaciones. Ella fue, y seguirá siendo, inspiración para jóvenes intérpretes que buscan en su ejemplo la muestra de que la excelencia y el amor por el arte son caminos inseparables. Su entrega, dedicación y personalidad forman parte de ese patrimonio cultural intangible que nutre el corazón artístico de México.
PCL