Cultura

Eduardo Rabasa recuerda la ciudad que vivió al límite en su nueva novela

El escritor y columnista de Notivox presenta 'El hotel de los corazones rotos', un libro casi autobiográfico.

Eduardo Rabasa (México, 1978) dice que El hotel de los corazones rotos, publicada por Galaxia Gutenberg, le permitió liberarse: “Creo que me dio permiso de muchas cosas escribir una novela así, y en un sentido más lúdico, liberarme y entender la escritura desde otro lado, que no tiene que ser esta cosa seria o hiperintelectual, sino que puede ser incluso más literaria una historia netamente cotidiana”.

Columnista de Notivox y director de la editorial Sexto Piso, Rabasa comenta que incluso le han dicho que es una novela muy divertida: “Y ya me estaba ofendiendo (risas). Yo quería que me dijeran que era una profunda meditación sobre la condición humana y mi esposa me comentó: ‘No seas tonto, te están halagando’”.

Foto: Jesús Quintanar
Foto: Jesús Quintanar



Es la ciudad de México, 1999. Bruno Bolado, protagonista de la novela, se la pasa bebiendo, trabaja metido en una botarga de Elvis Presley y está enamorado de Milena, estudiante de Letras Inglesas en la UNAM, mientras vive, sufre y goza la vida en una época delirante rodeado de personajes peculiares .

“Es así un poco por mi gusto de estas historias y es curioso porque esta novela está inspirada en historias reales. Hay mucho que es bastante realista, aunque pueda parecer un tono de absurdo cotidiano”, agrega el escritor en pleno centro de Coyoacán, una de sus zonas favoritas de la ciudad.

Rabasa dice que tenía otro proyecto: “No sé qué va a pasar en el futuro pero mi tetralogía del capitalismo, por el momento, va a quedar aparcada. Se me cruzó esta historia que está inspirada en Opiniones de un payaso, de Heinrich Böll, un joven en Alemania, perdedor, alcohólico”.

El escritor dice que la de Böll es una novela donde aparentemente no pasa nada, “pero es una historia brutal y es un poco mi camino, una cosa muy mexicana con la botarga del protagonista, los chinelos, la lucha libre o la máscara de Carlos Salinas, que son parte muy importante del folclor nacional y un elemento del humor mexicano, porque el disfraz es para lidiar con una realidad que a veces es un poco apabullante”.

Fiestas, borracheras y peleas

El autor revela que su intención con El hotel de los corazones rotos era “no ser mamón. Creo que las anteriores eran novelas más serias, supongo, pienso que tenían su lado humorístico o algo así, pero eran temas más serios. Siento que a mí mismo quizá me imponían un poco o sentía que estaba abordando algo no muy importante, porque tampoco es que una novela sea importante, pero sí con temas más conceptuales y aquí no, aquí es una historia y una narración que va en una dirección más puramente literaria, con un lenguaje quizá más coloquial, paradójicamente”.

Su protagonista tiene 21 años: “Creo que es una novela de iniciación pero a la inversa porque el personaje está como en la nada. De repente tiene dos golpes de destino y la chica que le abre un mundo que él desconocía, pero realmente cada vez se va hundiendo más y supongo que al final queda medio ambiguo qué va a pasar”.

Fiestas, borracheras, peleas callejeras, la huelga en la UNAM y un asalto son parte de esta odisea urbana: “Me sucedió. Era mi cumpleaños 18 y es autobiografía pura y dura. Ahora me da risa acordarme pero en ese momento para nada: me querían cortar la lengua o lo de la ambulancia que nos llevamos en una fiesta, todo eso pasó, México nos ofrece muchas cosas. La novela me permitió regresar a lugares, a épocas, a una Ciudad de México que viví al límite”.

Foto: Jesús Quintanar
Foto: Jesús Quintanar

Una amiga del escritor le dijo que por una parte él es Bruno y por otra, Milena: “Como mi protagonista, yo no sabía qué hacer. Esa juventud temprana de desmadre y alcoholismo, donde no vas a ningún lado. A mí lo que me permitió orientarme fueron las letras, los libros, mi chamba, y eso está representado en la novela veladamente autobiográfico, y es lo que representa en la novela Milena, que fue tomarme en serio la literatura”.

La novela está narrada en primera persona, pero el autor comenzó a escribirla en tercera: “La leyó el escritor Fabio Morabito en una etapa temprana y me dijo que lo quitara, que la tercera persona no funcionaba y confundía. ‘Es una cosa conceptual que te contarás tú en tu cabeza, pero al lector no le aporta nada’. Tenía toda la razón y creo que ahí fue donde agarró mucho más voz porque era lo que hubiera pensado un chico de ese tono, de esa edad, en aquella época y había que ser fiel a eso. Ahora que lo pienso, 80 por ciento de la novela está basado en hechos reales”.

Rabasa recuerda al escritor italiano Claudio Magris, quien dice que hay escritura diurna y nocturna.

“La diurna es la literatura que quizá a todos nos gusta escribir, que tiene que ver con las gestas, los héroes. En cambio, la escritura nocturna es esta parte más oscura de personajes con los que quizá no nos identificamos, y Magris comenta que a veces al escritor le toca adentrarse ahí. Creo que en esta novela hay un poquito de estos dos caminos”, concluye.

La presentación de El hotel de los corazones rotos será el 26 de septiembre en Frëims, Amsterdam 62, Hipódromo Condesa, a las 7 de la noche.


hc

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Vicente Gutiérrez
  • Vicente Gutiérrez
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  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Notivox y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.
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