Aurelio Asiain (Ciudad de México, 1960) vive en Japón desde hace más de 20 años. Es poeta, ensayista, editor, crítico, fotógrafo, traductor y se encuentra en México para presentar ‘Muy diversas versiones’ (Grano de Sal), libro donde reúne poemas milenarios y modernos en una decena de lenguas, acompañados de breves ensayos.
“En mi caso y en el tipo de traducción que hago, lo que intento hacer es emular el poema original. Hay una definición de Paul Valéry que decía que era producir el mismo efecto con medios distintos. Es una definición bonita, pero es resbalosa, porque, ¿cómo sabes cuál es el efecto que produce en cada lector? Yo entiendo la traducción como la reaparición del poema en otra lengua”, dice a Notivox Aurelio Asiain.

Para el autor, la frontera entre una lengua y otra es una cosa que no existe, a diferencia de los países donde hay una que puede cruzarse y un territorio común.
“Entre las lenguas no ocurre eso. El sistema de signos en que existe un poema y que quieres trasladar a otro sistema de signos tiene características y peculiaridades que son propias. Si lees un poema en japonés y lo traduces al español, el tipo de emoción, de reacción sentimental, emocional, anímica, que produce ese cuerpo fonético, es irreproducible en otras lenguas y lo mismo con poemas de cualquier lengua”.

Aurelio Asiain decide poner como ejemplo a Paul McCartney con su famosa canción “Yesterday”: “No la puedes traducir. escucha cualquier versión en español de esa canción y es una cosa horripilante. No es posible desprender eso de la música que tiene. Es más, esas palabras sin la música y esa música sin esas palabras no existen en otro idioma. No hay manera de traerlo. Eso, en alguna medida, ocurre siempre. Es decir, no es posible que el poema, como la canción, reaparezca en otro idioma. Ahora, eso no significa que la traducción no sea posible, sino que justamente la traducción es eso, es traer”.
En el libro, Asiain explica que "traducir es mi manera cotidiana de escribir, y aun cuando escribo mis propios poemas, traduzco, aunque no sepa a qué original traiciono. Traduzco todos los días, por placer o por docencia, y nunca desde hace décadas, por encargo. Alguna vez dije que traducía para mantenerme en forma, pero quien asista con regularidad a un gimnasio sabe que, aunque utilice ese verbo equívoco para nombrar su afición, no se está entrenando para nada, sino satisfaciendo un gusto. Practico una disciplina, cultivo con fervor mi oficio, pero no soy un traductor profesional. Tampoco lo fueron los maestros que venero”.
Y explica que “San Jerónimo, que es el patrón de los autores, está detrás de mí en la solapa del libro y él decía que se trataba de traer el espíritu y yo soy de esa clase de traductores que creen que hay que traer el espíritu. Hay otras escuelas de traductores como San Agustín, digamos, el santo patrón, que cree que hay que traer palabras; yo creo que hay que traer el espíritu del poema y del autor, pues no puedes separar una cosa de la otra”.

'Muy diversas versiones', su más reciente traducción
El traductor mexicano señala que el cuerpo de ‘Muy diversas versiones’ son las anotaciones que incluye.
“Es decir, el libro no es una selección de poemas, está hecho porque eran poemas que tenían anotaciones. Aunque quisiera que lo que más atrajera a la gente fueran los poemas, porque eso significaría que son traducciones buenas. Si la gente ve el cuerpo del libro en los poemas, me parece perfecto”.
El lector encontrará en estas muy diversas versiones un amplísimo arco temporal y geográfico, con fragmentos del Rig Veda y las Metamorfosis ovidianas, algunos breves poemas zen de Vietnam y otro muy extenso de Victor Hugo, unos cuantos trazos del japonés Ikkyu y una muestra de poetas ucranios.
Aurelio Asiain revela que hizo “esas anotaciones no con un propósito filológico, ni académico, ni servicial o ancillar. Hice las anotaciones porque quería, me gustaba y me divirtió hacerlas; porque lo que suscitó las anotaciones son los poemas".
En la historia de la traducción, han sucedido algunas tragedias, como el asesinato del traductor japonés de Los versos satánicos, escrito por Salman Rushdie.
“Ser traductor es tan peligroso como cualquier cosa, normalmente no tiene mayor riesgo; en el caso de los traductores de Rushdie fue algo extremo. El traductor, a lo que se expone, es a morirse de hambre o a ser reprobado por la comunidad intelectual. Eso también ocurre, pero más allá de eso, tampoco. Los traductores de poesía que son poetas hablan muy mal de Alfonso Reyes o de José Emilio Pacheco y eso es inevitable que pase, pero pienso que no hay que exagerar con este tema”.
Finalmente, Aurelio Asiain opina que descree de las presentaciones y la publicidad de libros.
“Todo eso me parece engañoso. Lo que yo les diría es que cuando vean muy diversas versiones en las librerías, lo hojeen y, si les interesa, lo compren. Es muy probable que un lector encuentre algo interesante; pienso que los libros deben venderse solos y por la publicidad de boca a boca”.
¿Cuándo y dónde presenta el libro Asiain?
Dentro de su agenda en México, el autor se presentará en la Librería Profética de Puebla el taller: “Traducción: formas diversas” el 22 y 25 de agosto y ofrecerá la conferencia Octavio Paz, traductor de Japón, el sábado 30 de este mes, a las 13:00 horas, en el Colegio de San Ildefonso, en la que abordará la relación de Paz y su viaje de descubrimiento y traducción cultural a Japón.

jk