La comunidad de San Juan de Ocotán, en Zapopan, se une año con año para celebrar, desde hace 400 años, a Santo Santiago apóstol, una tradición que combina fe y mandas con una fiesta, comida, música, colores y el arte en las máscaras de los Tastoanes.
Rosa Huerta, una fiel devota de Santo Santiago, comparte su propia historia de fe. Aunque desde pequeña ella y su familia han participado en las fiestas patronales, su devoción se profundizó aún más debido a un milagro personal.

"Es muy milagroso, por eso la fe que tiene uno con Santiaguito. En mi caso es por mi niña que tiene cáncer. Le dio cáncer hace tres años y pues ha sido un milagro, porque fue un cáncer muy agresivo y gracias a Dios está venciéndolo. Sigue en tratamiento, no digo que ya se terminó, porque ahorita está en la etapa que es, este, más riesgosa, pero ya fue un milagro porque gracias a Dios y a Santiaguito que sí ya va superando", relató Rosa.
¿Cómo participan de la fiesta los habitantes?
En el corazón del pueblo zapopano, las calles se llenan de colores, la música suena en cada casa, hay puntos de venta de bebidas tradicionales, comida.
Cientos de personas, hombres y mujeres, colaboran incansablemente. Se preparan enormes cantidades de diversos antojitos. Desde las cuatro de la mañana, se encargan de las labores en la cocina, preparando todo, desde las tortillas para acompañar los alimentos, las sopas, y bebidas como el agua fresca.
Julia Santos, hija del representante de Santo Santiago en este 2025, menciona que hoy cumplen una manda, luego de que este le regresara la salud al vencer al COVID.
"Le dio COVID a mi papá, que ya es un señor de 80 años y yo pienso que él sentía que se moría porque, le pedía al patrón que lo dejara vivir, él no quería morirse. Por eso hacemos esta manda, es de que si tú me ayudas, si tú me das mi salud yo te prometo hacerte tu fiesta. Mi papá se agarró de Dios entonces y esa fue su fe, porque él estaba muy grave, ya lo teníamos muy grave y lo que él hizo fue pedirle a este santo que le hiciera el milagro y aquí está", cuenta Julia.
La chirimía, instrumento que se toca de generación en generación
La tradición y la fe se entrelazan a través de la música de chirimía y la devoción a Santo Santiago, José García, ha mantenido viva esta herencia de su abuelo, no sólo tocando la chirimía, sino también fabricando las propias, instrumentos hechos de madera de doble caña, familia del oboe.
"Yo prácticamente nací con la chirimía, verdad, tengo mi bisabuelo que para mí en lo personal es una figura paterna que me dejó una gran herencia. Yo empecé prácticamente a los seis años tocando el tambor, acompañándolo en varias festividades, no nada más aquí en San Juan de Ocotán, en la fiesta de los Tastoanes", contó José.
Al mismo José, también se le cumplió un milagro por el que tanto suplicó, Santo Santiago le devolvió la salud a su hijo Abraham, luego de una terrible convulsión que casi le arrebata la vida.
En San Juan de Ocotán la fiesta se realiza por cuatro días. En este año 2025 comenzó desde el jueves 24 y finalizará el domingo 27 de julio. El evento es masivo y por lo tanto requiere una organización impresionante.
OV