Ciencia y Salud
  • Entre la placenta y la esperanza: así se produce tejido para aliviar a pacientes con quemaduras tras explosión de pipa

  • Son varios los beneficios que tienen estos tejidos empleados en la recuperación de las y los pacientes.
Este centro de vanguardia cuenta con apósitos de distintas medidas. (Foto: especial)

Tras la explosión de una pipa de gas ocurrida en el puente de La Concordia, en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, el Banco de Tejidos del Estado de México realizó la donación de 12 mil 35 centímetros cuadrados de tejido amniótico para la atención de pacientes que resultaron con quemaduras derivadas de este lamentable hecho.

Son varios los beneficios que tienen estos tejidos empleados en la recuperación de las y los pacientes. El método de cómo se obtienen, su procesamiento y el tratamiento que se les brinda para su uso en unidades médicas —principalmente en quienes presentan lesiones por quemaduras— parece sacado de un guion de ciencia ficción.

El subdirector de Procuración del Banco de Tejidos del Estado de México, Eder Barranco Cuadros, explica que los amnios o el tejido amniótico son apósitos, es decir, una especie de lámina o membrana que se deriva de una de las capas del saco embrionario que se obtiene después del parto y que, tras todo un proceso desarrollado en este centro especializado —único en su tipo a nivel nacional— puede emplearse en el tratamiento de distintos tipos de heridas, entre ellas las quemaduras.

“Básicamente ese saquito es la barrera de cobertura que defiende al embrión, al feto, al bebé durante todo el proceso del embarazo. Es una barrera como tal. La función real del amnios es la de una barrera física, inmunológica; entonces, tiene diferentes propiedades que se aprovechan justo para realizar estos apósitos que nosotros trabajamos y que nos ayudan mucho en las recuperaciones un poco más rápidas de heridas por quemaduras”, indicó.
El Banco de Tejidos del Estado de México realizó la donación de 12 mil 35 centímetros cuadrados.
El Banco de Tejidos del Estado de México realizó la donación de 12 mil 35 centímetros cuadrados. (Foto: especial)

En entrevista con MILENIO, el especialista refirió que, además de las quemaduras —ya sea por altas o bajas temperaturas—, también se pueden emplear en el caso de úlceras, pie diabético o uso oftálmico, por lo que uno de los retos es informar y difundir las bondades de su uso.

¿Cómo se obtiene?

El saco amniótico cubre tanto al bebé como a la placenta, y el proceso que se realiza en la procuración es obtenerlo una vez que se da el alumbramiento o nacimiento del bebé, para separar el amnios de la placenta, ya que el amnios nace del inserto del cordón umbilical. A partir de ahí se realiza esta separación de la membrana.

Por cada donación que se concreta, añadió Barranco, se pueden obtener entre 500 y 700 centímetros cuadrados de tejido amniótico, aunque dependerá de cada caso, pues cada mujer donadora tiene sus propias características.

El especialista refirió que, también se pueden emplear en el caso de úlceras.
El especialista refirió que, también se pueden emplear en el caso de úlceras. (Foto: especial)

La importancia de la donación


Para la donación de este tejido, al igual que ocurre con otros tipos, se tienen criterios de selección muy específicos con el fin de garantizar la mayor seguridad para las mujeres donantes y el mayor de los éxitos en el procedimiento. 

Entre estos requisitos, el principal es que el embarazo no haya presentado ningún tipo de riesgo o complicaciones; la edad de la mujer donante, preferiblemente, debe estar en el rango de 18 a 35 años; que el nacimiento sea vía parto natural, aunque en casos de cesárea también se puede realizar la procuración del tejido, y finalmente, que el líquido amniótico sea completamente claro.

Son varios los beneficios que tienen estos tejidos empleados en la recuperación.
Son varios los beneficios que tienen estos tejidos empleados en la recuperación. (Foto: especial)

Barranco Cuadros refirió que el Estado de México es punta de lanza a nivel nacional en la procuración, manejo y conservación de este tipo de tejido, a pesar de que son pocas las unidades médicas que cuentan con la licencia respectiva para realizar estos procedimientos.

En este caso se trabaja de manera directa con el Hospital de Ginecología y Obstetricia del Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM), que es donde se promueven las donaciones a través de la sensibilización y colaboración de las mujeres que ahí se atienden.

“No todos los hospitales de atención ginecológica pueden donar amnios, solamente los que tienen licencia. Actualmente en el Hospital para la Mujer del IMIEM estamos bien abastecidos con esta sola unidad, tanto que podemos dar atención a emergencias y urgencias como las que recientemente ocurrieron”.

La solicitud se realiza de manera previa al parto o cesárea, cuidando en todo momento que la donadora esté tranquila, tanto emocional como psicológicamente.

Procesos especializados

Una vez que se obtiene la donación, su procesamiento es muy rápido, ya que al día siguiente de la procuración se realiza el lavado respectivo, que es la primera fase. Se hacen al menos nueve lavados a cada tejido y posteriormente pasa a una fase de secado. En esta puede permanecer de 24 a 48 horas en la campana de secado y de ahí pasa a la etapa de corte.

Una vez que se obtiene la donación, su procesamiento es muy rápido.
Una vez que se obtiene la donación, su procesamiento es muy rápido. (Foto: especial)

Como parte de este procedimiento se cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), donde se lleva a cabo la radioesterilización del tejido mediante radiación con una dosis mínima de Cobalto-60, con el fin de eliminar los microorganismos que pudieran existir y conseguir un tejido completamente seguro.

“Estamos hablando de que, en cuestión de una semana, tenemos ya el tejido preparado para poder enviarlo a radioesterilizar, que sería como la parte un poquito más larga”.

El subdirector de Procuración del Banco de Tejidos del Estado de México puntualizó que este tipo de tejido, cuando no es aprovechado a través de la donación y el manejo por parte de este u otros bancos, es desechado como Residuo Peligroso Biológico-Infeccioso (RPBI).

“Por lo general esa placenta se desecha; así como se extrae después del alumbramiento, se desecha y se incinera. Quién lo pensaría, termina en el fuego, cuando puede salvar a pacientes con quemaduras”.

Para su conservación adecuada, este banco cuenta con equipos de alta tecnología que logran temperaturas de hasta –80 °C, lo que permite preservar los tejidos en condiciones idóneas y tenerlos disponibles para su uso en unidades médicas de la entidad, del país e incluso a nivel internacional.

Se trabaja de manera directa con el Hospital de Ginecología y Obstetricia del Instituto Materno Infantil del Estado de México.
Se trabaja de manera directa con el Hospital de Ginecología y Obstetricia del Instituto Materno Infantil del Estado de México. (Foto: especial)

Un traje a la medida

Los apósitos disponibles en este banco son de distintas dimensiones, dependiendo del tipo de uso que se les dé; por ejemplo, existe uno de un centímetro por un centímetro que se utiliza principalmente para la atención oftálmica: “En casos como perforaciones de córnea o para un paciente en espera de un trasplante de córnea, generalmente se coloca un parchecito de amnios”, explican.

En el caso de la atención de heridas, este centro de vanguardia cuenta con apósitos de distintas medidas a fin de atender con mayor precisión las necesidades de las y los pacientes y del propio personal de salud.

Aprovechamiento en áreas hospitalarias

El acceso a este tipo de tratamientos puede darse a través de diferentes vías, por ejemplo, en una Clínica de Heridas o en las áreas de Cirugía Plástica. Para uso en heridas, estos apósitos deben rehidratarse con solución salina o agua inyectable estéril y, una vez hidratados, se colocan directamente en el área afectada.

“Todos los pacientes estables son candidatos para recibir un apósito amniótico, sin importar la edad o el diagnóstico. La gran ventaja que tiene su uso sobre los apósitos sintéticos es que el amnios está formado por unas células que se llaman células mesenquimales, que ahora son conocidas coloquialmente como ‘células madre’; el andamiaje de esas células que, digamos, están dormidas, que están latentes, permite que sea más rápida la diferenciación de las células de la herida”.

Es decir, con este tipo de apósitos o parches no solo se cubre la lesión, también se permite la diferenciación celular que sirve de andamiaje para su tratamiento: “Es una especie de botoncito que le dice a las células qué es lo que se requiere; por ejemplo: estoy en músculo, requiero fibroblasto; estoy en la piel, necesito queratinocitos”.

Los fibroblastos son células que contribuyen a la formación de tejido conectivo, mientras que los queratinocitos son las principales células de la epidermis —la capa externa de la piel— y constituyen el mayor porcentaje de las células epidérmicas humanas.

Ventajas

Además de los beneficios en cuanto a costos y funcionalidad, este tipo de apósitos ofrece ventajas tanto para los sistemas de salud como para las y los pacientes

Son más económicos, ya que se obtienen mediante donaciones, y el proceso para su manejo y uso no es complejo ni requiere grandes inversiones.

Los apósitos disponibles en este banco son de distintas dimensiones.
Los apósitos disponibles en este banco son de distintas dimensiones. (Foto: especial)

En el caso de las y los pacientes, los beneficios son variados: dependiendo del tipo de heridas, se necesitarían distintos apósitos sintéticos, lo que incrementa el costo del tratamiento; en contraste, los apósitos de amnios cubren mayores requerimientos y brindan no solo cobertura, también estructura.

“Realmente el parchecito de amnios es una barrera física, impermeable e inmunológica y, bueno, también podríamos decir que tiene cierto potencial de nutrición. La mayor parte de los apósitos biológicos solamente son barreras físicas y en algunos pueden llegar a ser de andamiaje celular; pero no todos”.

A partir de las primeras 24 horas de su uso, indicó, estos parchecitos de amnios comienzan a mostrar actividad celular y, para lograr un proceso de reepitelización —es decir, la regeneración de una superficie de tejido herido o dañado— dependerá de la profundidad y la extensión de la herida. Sin embargo, en un periodo de 10 a 15 días ya se puede tener una primera capa de fibrina, que es el antecedente para que empiece a cerrarse la herida.

Pacientes tras la explosión en Iztapalapa

Para el caso de quienes resultaron con quemaduras derivadas de la explosión de la pipa de gas LP en Iztapalapa, explicó que el primer paso es estabilizarlos y, dependiendo de su estado, colocar algunos de estos apósitos para evitar la deshidratación, que es el mayor riesgo que corren.

El uso de este tipo de tejidos en hospitales u organismos públicos es gratuito.
El uso de este tipo de tejidos en hospitales u organismos públicos es gratuito. (Foto: especial)


En pacientes estables, detalló, se puede inferir que una persona puede requerir entre 2 mil y 3 mil de estos apósitos para tratar ese grado de quemadura.

Otra de las ventajas es que, a diferencia de los apósitos sintéticos o biológicos disponibles en el mercado, los de amnios no necesitan recambios, únicamente si el paciente presenta infección, se desestabiliza o hay fuga.

Apoyo internacional

Gracias a la labor que realiza todo el equipo del Banco de Tejidos, el Estado de México se posicionó como un referente a nivel internacional al ser el único en poder realizar la donación de 3 mil 600 centímetros cuadrados de piel humana para la atención de pacientes con quemaduras por una explosión de pirotecnia durante el Carnaval de Salcedo, en República Dominicana.

"República Dominicana pidió la ayuda a nivel internacional y, a pesar de que hay otros bancos de tejidos en Latinoamérica, en Europa e incluso en Estados Unidos, ninguno tenía la capacidad para brindar la cantidad que estaban solicitando. Solamente aquí, en el Estado de México, podemos presumir que se hizo esta donación y que no nos quedamos sin stock. A pesar de que atendimos la solicitud, teníamos lo suficiente para que, en caso de que se volviera a requerir, se pudiera aplicar”.

El primer paso es estabilizarlos y, dependiendo de su estado, colocar algunos de estos apósitos.
El primer paso es estabilizarlos y, dependiendo de su estado, colocar algunos de estos apósitos. (Foto: especial)

Tareas pendientes

Entre las tareas que se tienen, indicó Barranco Cuadros, está lograr que más unidades médicas se sumen a estos esfuerzos: primero, a través del trámite de la licencia correspondiente y, como segundo paso, que se haga extensivo y de mayor conocimiento mediante la difusión sobre qué hospitales cuentan con esta licencia, para que las mujeres que puedan atender ahí su parto o cesárea ya lleguen con la idea de que pueden donar.

Cabe señalar que el uso de este tipo de tejidos en hospitales u organismos públicos es gratuito, mientras que en el caso de unidades médicas privadas tiene cuotas de recuperación muy bajas, por lo que la invitación queda abierta a fin de que el personal de salud pueda hacer uso de estos componentes y ofrecer mejores alternativas para el tratamiento de heridas.

​HCM

Google news logo
Síguenos en
Monserrat Mata
  • Monserrat Mata
  • [email protected]
  • Reportera en Notivox Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.