José Luis Cervantes, de 31 años, es uno de los sobrevivientes que dejó la explosión de una pipa de Gas LP en el Puente de la Concordia, el pasado 10 de septiembre, y narró a Notivox su testimonio tras salir de su recuperación hospitalaria.
“Sentí que iba a morir porque cuando estaba tirado en el suelo, sentí como un calor bien insoportable, eran temperaturas altas y yo lo único que quería era que ya se terminara”, platicó en exclusiva.

José Luis se encontraba arriba del Distribuidor Vial La Concordia, se dirigía a su barbería ubicada en Nezahualcóyotl, en el Estado de México, cuando las llamas alcanzaron su carro y se quemó sus brazos, la parte lumbar de su espalda y una oreja.
“Es horrible de verdad. Lo que acaba de pasar aquí en Zaragoza… En verdad es horrible. Hubo una explosión y yo dejé el carro allá arriba, la verdad esto está horrible. Dejé el carro y vi cómo las llamas empezaron a quemarme”, narró en un video difundido a través de sus redes sociales.
Luis tuvo quemaduras de segundo grado en ambos brazos y su espalda, por lo que fue trasladado al Hospital General de Balbuena, donde estuvo internado por dos días. Fue el 12 de septiembre que fue trasladado al Hospital General Rubén Leñero.
Dentro del Hospital, Luis recibió un aseo quirúrgico en ambos brazos. Para su recuperación fueron colocados apósitos de plata para ayudar a reducir una carga biológica, lograr que las heridas cicatricen y tratar sus quemaduras de forma óptima.
“Me dijeron que sí se iba a volver a regenerar y que iba a quedar, no creo que normal (…) Iba a quedar, una es variación, pero no me iba a quedar la piel delgada”, contó, tras ser dado de alta el pasado 14 de septiembre.
Como antes de la explosión, Luis puede cortar cabello y manejar su coche. Sin embargo, actividades como cargar mucho peso o hacer ejercicio, aún le implican un desgaste físico.
“Sí, siento la tensión en los dedos cuando los muevo, siento como el movimiento interno, lo siento limitado y me duele, esto duele, aunque lo puedo hacer duele un poco”, aseguró.
Durante su estancia en el Rubén Leñero, Luis aseguró que vio a personas que se debatían entre la vida y la muerte, por ello, a 14 días de la explosión, agradece una segunda oportunidad de vida.
Luis aprovechará su tiempo para continuar su sueño de ser barbero, y en los próximos meses, conocer a sus hijos gemelos.
LP