Las relaciones a distancia cargan con un sinfín de mitos y estereotipos, tanto así que uno de los más famosos refranes afirma que “el amor de lejos es de pendejos”. Sin embargo, la propia era digital se ha encargado de demostrar que éstas no sólo son una manera distinta de vivir el enamoramiento, también que pueden ser tan exitosas como las presenciales.
Como su nombre lo indica, se trata de parejas que no pueden convivir frecuentemente de manera física por diferentes razones: quizá viven en diferentes países, trabajan en otra ciudad o uno está de intercambio académico.

Por ello, estas parejas procuran mantener el vínculo emocional con formas diferentes a las convencionales y un “ingrediente clave” para el éxito: la intencionalidad. Es decir, el interés genuino por mantener esa relación pese a la falta de cercanía.
Esto, según explicó la psicóloga de parejas, Isela Flores, implica un compromiso mutuo, constante, persistente y diario. Pues aunque la proximidad física no es vital, sí es un factor importante para la supervivencia de una relación.
“La proximidad tiene mucha relevancia, pero no es algo que si no se encuentra, no permita avanzar en la relación”, señaló. “Dadas las condiciones y el entorno en el que nos movemos, nos hemos ido adaptando”.
Aún así, ella continúa escuchando a personas afirmar que “las relaciones a distancia no funcionan” o son un “sinónimo de fracaso”; siendo éstos dos de los tantos mitos que explicó y desmintió en entrevista con MILENIO.

Mitos de las relaciones a distancia
“La distancia mata la intimidad”
No hay duda que la conexión emocional y sexual se disfruta mucho más cuando es presencial. Pero la distancia inspira a las parejas a encontrar nuevas maneras de enriquecer la relación, pues al final, destacó Isela, “la intimidad implica complicidad; un vínculo interno entre dos personas”.
Estas acciones pueden ir desde palabras constantes y de afirmación o mensajes de amor, hasta detalles enviados por paquetería o aplicaciones especializadas para, por ejemplo, entregar flores, regalos o chocolates. Todos estos recursos ayudan a “hacerse presente aunque no estés”.
Por supuesto, respetar los encuentros planeados— y que éstos sean de calidad— también es crucial para el bienestar de la relación: “Que sea emocionante o que haya algo nuevo. A eso nos referimos con ponerle creatividad”.
“Las relaciones a distancia no funcionan”
Muchos de los estereotipos surgen, precisamente, por la escasa— o casi nula— interacción física. O como Flores lo explicó: “La distancia es generalmente un sinónimo o potencial de fracaso”.
Pero la realidad es que las parejas pueden consolidarse y fortalecerse pese a los cientos o miles de kilómetros que separan al uno del otro, así como los retos que surgen. La comunicación y confianza serán claves para ello.

Otro estigma de la distancia es que se interpreta como “falta de amor”, cuando a veces aparece en nuestras vidas como un efecto colateral de asuntos, planes o ambiciones personales.
“Somos personas que estamos con alguien más, pero tenemos proyectos: tenemos que estudiar, trabajar o hacer otras cosas que implican esta separación. Pero la distancia no significa desinterés”.
“Las relaciones a distancia no duran”
La experiencia de Isela le ha permitido conocer parejas que han logrado mantener vínculos sólidos a la distancia durante varios años. Todas éstas tenían un común denominador, además de la comunicación y el respeto a los acuerdos: un proyecto de vida.
Los planes a futuro son importantes para cualquier relación, pues con éstos la pareja puede sostenerse con el paso del tiempo.
“Es importante porque permite a las parejas saber que la distancia, al final, tendrá un propósito y no será indefinida”.
“La distancia conlleva engaños”
Muchas son las historias que alimentan este mito: la persona que aprovechaba su relación a distancia para tener otra presencial al mismo tiempo o aquel quien buscó “una noche de pasión” ante la frustración de no tener intimidad.
Sin embargo, no es que las relaciones a distancia sean más propensas a infidelidades. Más bien, es un asunto de acuerdos y de la intención de cada parte por “mantener viva esa llama del amor”.
“(La infidelidad) es tan probable de que ocurra estando cerca o lejos de tu pareja. No culpemos a cosas que no. (...) Hay parejas que aunque viven cerca, son más lejanas: se hablan, se buscan y se tocan menos que otras que están lejos. Entonces procurar al otro no implica estar cerca todo el tiempo”.
“Son puro sufrimiento”
“Otra creencia cargada de negatividad y pesimismo”, consideró la especialista. “Si somos personas responsables, podemos ver la distancia como una oportunidad de aprendizaje”.
Por supuesto, empezar y conservar una relación a distancia sana es un reto emocional y pone a prueba la capacidad de mantener vínculos sanos.

Consejos para las relaciones a distancia
1. Priorizar la comunicación clara y constante
2. Respetar los espacios individuales. Si bien mantener contacto es esencial para la supervivencia de la relación, éste no debe estar peleado con la realización personal de cada uno.
"La persona está también haciendo su vida, haciendo sus propias cosas y cuidar de no saturar con mensajes constantes, porque se torna tedioso".
3. Buscar momentos de calidad. Es decir encontrar espacios en los que se puedan poner al día de la vida de la otra persona: en qué proyectos está ahora, cómo se siente, cómo le fue en el trabajo durante las últimas semanas, etcétera.
La psicóloga mencionó que las llamadas y videollamadas pueden ser un excelente canal de comunicación, sin embargo, subrayó, no es ni debería ser prioritario.
A pesar de que la tecnología nos permite estar cerca, jamás va a sustituir el contacto. Nunca. Es un buen respaldo y recurso, pero la comunicación de calidad, la confianza y los planes a futuro no se sostienen sólo con interacción digital. La vida sucede en aquí en el mundo, no en el entorno digital".
ASG