En su informe de gestión al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la ministra presidenta, Norma Piña Hernández, destacó la trascendencia del papel que jugó el Poder Judicial en un periodo marcado por desafíos inéditos y decisiones que han puesto a prueba la independencia judicial.
La togada subrayó que la Corte siempre buscó garantizar el acceso a la justicia y la protección de los derechos fundamentales, aun en un contexto de presiones políticas e institucionales.

El informe fue publicado hoy por la tarde en la página electrónica de la Corte, pero minutos después fue bajado.
El 26 de agosto, la ministra presidenta ofrecerá un resumen de este informe de gestión de 563 cuartillas.
Asimismo, la ministra Loretta Ortiz Ahfl y el ministro Javier Laynez Potisek también presentarán sus informes de gestión en su calidad de presidentes de la Primera y Segunda Sala de la Corte, ya que éstas desaparecerán a partir del 31 de agosto a raíz de la reforma constitucional en materia judicial impulsada por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

Corte enfrentó contextos más complejos de historia reciente: Norma Piña
En el informe, la ministra mencionó que durante su presidencia, la Corte resolvió asuntos de alto impacto en materia de seguridad, derechos humanos, división de poderes y control constitucional, reafirmando su rol como árbitro de la vida democrática.
En su balance publicado, la ministra reconoció la complejidad del periodo que encabezó:
“Durante los casi tres años de mi gestión, el máximo tribunal del país enfrentó uno de los contextos más complejos de su historia reciente. A la responsabilidad cotidiana de impartir justicia con independencia, imparcialidad, eficacia y eficiencia, se sumó el desafío de una reforma de gran calado que transformó profundamente al Poder Judicial de la Federación”.
Indicó que a las presiones externas se sumaron las limitaciones internas.
“El reto fue cumplir los objetivos planteados al inicio de la gestión en un periodo menor al originalmente previsto y con menos recursos de los programados, sin que ello comprometiera la calidad de nuestra función jurisdiccional”.
Pese a las dificultades, mencionó que siempre hubo un compromiso institucional.
“A pesar de las complicaciones derivadas de este contexto, durante esta gestión las personas servidoras públicas que forman parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación trabajaron arduamente al servicio de la sociedad y de la impartición de justicia”.
Norma Piña respalda modelo judicial de Zedillo
La presidenta de la Corte enmarcó este momento en la historia del Poder Judicial recordando la reforma judicial de 1994, impulsada por el ex presidente Ernesto Zedillo, la cual dijo transformó de manera profunda la estructura y funciones del máximo tribunal de justicia del país.
Lo anterior, porque la reforma de Zedillo redujo el número de ministros y redefinió al alto tribunal como un órgano de control constitucional y le otorgó un papel central en la defensa de los derechos humanos y en el equilibrio entre poderes.
Norma Piña sostuvo que los efectos de esa transformación siguen vigentes porque permitieron construir un tribunal con legitimidad democrática, capaz de responder a los retos de un país en constante cambio.
Sin embargo, advirtió que el futuro del Poder Judicial dependerá de mantener firmes los principios de autonomía, imparcialidad y respeto irrestricto al Estado de derecho.
La ministra presidenta concluyó que será la sociedad, y no el poder político, la que juzgará la solidez de las instituciones y el legado del modelo judicial inaugurado en 1994.
Aquí puedes consultar el informe

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