El Ministerio Público adscrito a la Fiscalía General de la República (FGR) acudió a la vieja casona de Xicoténcatl, la antigua sede del Senado, para tomar declaración a Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva y de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, así como a su colaborador Emiliano González, luego de la trifulca ocurrida en la penúltima sesión del órgano legislativo.
Aunque que Fernández Noroña informó que acudiría a la Fiscalía General de la República (FGR) para presentar una denuncia, finalmente los agentes del Ministerio Público se trasladaron a la Cámara Alta para levantar las primeras declaraciones.

Fernández Noroña responsabilizó directamente al dirigente nacional del PRI y senador, Alejandro Alito Moreno, así como al senador Pablo Angulo y a los diputados Eruviel Alonso y Carlos Gutiérrez Mancilla, de haberlo agredido físicamente de manera “premeditada”.
En conferencia de prensa, el legislador anunció que presentaría una denuncia penal por amenazas de muerte, lesiones y daño en propiedad ajena, hechos que, dijo, también afectaron a su colaborador Emiliano González, quien resultó herido mientras documentaba los incidentes.
“Por supuesto que una vez presentadas las denuncias este asunto no puede quedarse ahí, y vamos a solicitar el desafuero de los legisladores que nos agredieron físicamente. Es un hecho sin precedentes en la historia legislativa del país”, sostuvo.
Fernández Noroña subrayó que será la FGR la que determine los pasos legales a seguir y, en su caso, solicite el retiro del fuero a los legisladores involucrados.
El conflicto entre el presidente del Senado y el dirigente priista escaló tras un enfrentamiento en el Salón de Sesiones de la Permanente, donde legisladores de Morena entonaban el Himno Nacional y, al concluir, se produjo el altercado que derivó en golpes y empujones.
EJR