A unos días de los festejos patrios por el 213 aniversario del Grito de Independencia, el 1 de septiembre concluyó la fabricación de “armas” patrias, que al igual que las banderas forman parte de los artículos más demandados en esta temporada.
En los últimos 22 años la familia Melchor Francisco se ha dedicado a crear rifles de madera de excelente calidad que cada año se suman a una diversidad de artículos que sirven para alegrar las fiestas patrias y adornar cientos de negocios en todo el país.
Al igual que 80 por ciento de los pobladores de Santa Ana Jilotzingo, en el municipio de Otzolotepec, desde de febrero iniciaron la producción, aunque las ventas se formalizaron a partir del 26 de julio. Las 15 personas que laboran en el taller tuvieron jornadas de más de 10 horas diarias para cumplir con los pedidos que temporada tienen de toda la República Mexicana.
El amor por el arte y el trabajo en equipo es lo que ha caracterizado a Humberto Melchor y su familia, quienes en cada pieza ponen mucho entusiasmo para ofrecer un producto de buena calidad.

Gran demanda
Madera de primera y segunda clase es la base para la creación del mango y el cañón, también son fundamentales la estrella de plástico y cinta para hacer sonar y sostener cada pieza. “Para su elaboración primero se realiza el corte del mango, seguido del redondeo, el entintado con barniz, cuyo secado dura una hora; después viene el armado de la matraca con la estrella de plástico, la colocación de la cinta y por último el cañón”, detalla Humberto.
En un inicio elaboran entre 300 y 400 piezas al día, conforme pasan los meses y se acerca septiembre arman 700, para que al final de la temporada entreguen más de 6 mil ejemplares. “La gente viene por sus pedidos a partir del 26 de julio para salir a vender. En cualquier lugar de la República, cuando vea un puesto, pregunte y son de Jilotzingo”.
Si bien los venden al mayoreo en 25 pesos o menos, los rifles pueden costar 60 pesos en la región centro del país (Ciudad de México, Michoacán, Guanajuato, Querétaro) y hasta 150 o más en la región norte (Baja California, Sonora, Tamaulipas y Monterrey).

Para este año el repunte en ventas ha sido de 60 por ciento, pues el gobierno federal, desde el inicio del sexenio, ha promovido más los festejos patrios y eso ha hecho que la gente busque algo alusivo, no solo en septiembre sino también el 20 de noviembre por el Aniversario de la Revolución Mexicana.
“Eso nos ha ayudado mucho porque a los niños les piden el rifle para los desfiles o los bailables, los festejos permiten desplazar la mercancía. En el sexenio anterior, con la suspensión de los festejos, nos fue muy mal y en una temporada solo vendimos como mil rifles”.
De todo un poco
De acuerdo con Marcela Francisco Montaño en “Artesanías Doña Guille”, no solo han apostado por los rifles de madera para salir adelante, también a la fabricación de huacales y carretas que sirven como recuerdos de mesa para bautizos, bodas, XV años, primeras comuniones, y confirmaciones, entre otros eventos sociales.
“En el taller también trabajan mis hijos, vecinos y familiares, nuestro objetivo es hacer las cosas como si fueran para nosotros para que sean artículos de buena calidad y en las mejores condiciones”.
Tras la pandemia, el año pasado el negocio ya tuvo la oportunidad de laborar al 100 por ciento y mantener los empleos de quienes ya consideran parte de su familia. “Son vecinos de la comunidad, Pascual tiene cuatro años con nosotros, su esposa tiene un año, la señora Irene tiene menos tiempo, como seis meses y así los demás” resaltó, su esposo Humberto.
Actividad regional
Al igual que otras comunidades del Estado de México, en Santa Ana Jilotzingo hay más de 30 talleres de banderas y artículos patrios, y al menos 80 por ciento de la población participa en su fabricación. Esta actividad data de hace más de 70 años y para mantenerse entre el gusto del público la mayoría de los productores realiza artículos de novedad, que cambian cada temporada.

"Aquí se vende de todo, desde rehiletes, silbatos, confeti, cascarones de huevo, banderas, bigotes, moños, figuras de foamy, muñecos de peluche, playeras, vestidos, colgantes para carro, matracas, collares, tambores, adornos para las casas... un poco de todo” explicó, Fidencio Carmen José, comerciante y fabricante de rehiletes.
En los locales que se ubican sobre la avenida principal del poblado se pueden encontrar artículos al mayoreo desde 10, 20 y 25 pesos.
“La mayoría de los artículos se hacen aquí, el cartón con seis moños cuesta 30 pesos, quien compra por mayoreo se lleva entre 20 y 50 cartones. Las figuras colgantes de tamaño mediano cuestan 80 al mayoreo y 120 al menudeo, y las banderas pueden ir desde los 30 pesos hasta más de 500 al menudeo”.
RARR