El templo de San Pedro de Ibarra quedó cubierto por hasta un metro con 20 centímetros de agua y lodo tras el colapso de la presa del mismo nombre, pero desde la madrugada, decenas de habitantes comenzaron a llegar por iniciativa propia con escobas, cubetas y recogedores, con una sola frase: “vengo a ayudar”.
El párroco Cirilo Olvera Pérez relató que la emergencia comenzó alrededor de las 11:00 de la noche, cuando el agua empezó a ingresar al templo y alcanzó su punto más alto cerca de las 2:00 de la mañana.
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“Desde esa hora estuvimos aquí sacando agua. Ahora ya solo queda puro lodo”, explicó.
La comunidad no tardó en responder y, desde temprano, decenas de vecinos se presentaron de manera voluntaria para ayudar con la limpieza del recinto.
El daño más significativo ocurrió en los objetos litúrgicos y archivos de la parroquia.
“Lo que más me pesa son los libros de notaría… también todos los libros litúrgicos, mis sales, leccionarios, rituales, se están echando. Pero igual, todo eso se puede conseguir de nuevo”, dijo el sacerdote, visiblemente afectado.
Uno de los elementos más preciados del templo, la figura antigua del santo patrón San Pedro, también sufrió afectaciones.
“Como es de madera, flotó y se golpeó en la vitrina. Se le desprendió la cabeza y dos dedos. Los encontramos nadando, pero ya la tenemos conservada. Eso se puede arreglar”, detalló el párroco.
A pesar del desastre, Olvera Pérez aseguró que la situación representa una oportunidad para empezar de nuevo.
“Todo siniestro da la oportunidad de un nuevo principio. Hoy lo veo con mucha esperanza, porque podemos estrenar cosas. Va a costar, obviamente, pero vamos a cazar un nuevo comienzo con mucha esperanza”, expresó.
Entre lágrimas, agradeció la solidaridad mostrada por los feligreses.
“Aquí vemos cómo nuestro pueblo, nuestra iglesia, en los momentos difíciles siempre ha sido solidaria y no me queda más que agradecerles”, dijo.
El arzobispo de la arquidiócesis de León, Jaime Calderón Calderón, ya fue notificado de la situación y manifestó su disposición total para apoyar.
“Tuve la oportunidad de hablar con él esta mañana. Me dijo que lo que hiciera falta y que su presencia estará aquí pronto. Yo solo le pedí que estuviera con nosotros”, compartió el párroco
