Que el hombre que confesó haber cometido múltiples feminicidios en el Estado de México haya sido bautizado como El Monstruo de Ecatepec podría fomentar la idea de que el problema de los feminicidios en México son casos aislados y no parte de un problema estructural que nos involucra a todos —sociedad, autoridades y medios de comunicación—, consideraron periodistas, activistas y especialistas en temas de género.
"Lo delicado del caso del #MonstruoDeEcatepec es que se llega a creer que los feminicidios en el Estado de México son causa de un solo individuo y no una red criminal y de corrupción que lo permite", apuntó el especialista de redes sociales para ONU Mujeres México, Rodrigo Herrera.
Lo delicado del caso de #MonstruoDeEcatepec es que se llega a creer que los feminicidios en el Estado de México son causa de un solo individuo y no una red criminal y de corrupción que lo permite. A los medios: No queremos “lujo de detalle” de su modo de operación, menos en video
— Rodrigo Herrera (@YiyoHr) October 10, 2018
Calificar de "monstruo" a Juan Carlos "N" contribuye también con la idea de que se trata de un caso aislado, cuando en México se cometen alrededor de siete feminicidios al día y 15 estados cuentan con declaratoria de Alerta de Violencia de Género.
"Decimos 'Monstruo de Ecatepec' para olvidar que ese 'monstruo' es una persona normal que sólo se aprovechó de las circunstancias que hemos creado: el machismo estructural, la impunidad, la violencia normalizada; le decimos 'monstruo' para obligarnos a olvidar que es uno de nosotros", expresó el colaborador de Letras Libres Luis Reséndiz.
decimos "monstruo de ecatepec" para olvidar que ese "monstruo" es una persona normal que solo aprovechó de las circunstancias que hemos creado: el machismo estructural, la impunidad, la violencia normalizada
— ???? trick 'r treatendiz ???? (@lapetitemachine) October 10, 2018
le decimos "monstruo" para obligarnos a olvidar que es uno de nosotros
En ello coincidió la antropóloga Elisa Godínez, al subrayar que el caso de Juan Carlos "N" "genera, además del morbo, una reacción de perplejidad como si fuera una anomalía, una excepción descontextualizada, deshistorizada e individualizada y no un fenómeno social que nos involucra a todos".
El caso del asesino de Ecatepec genera, además del morbo, una reacción de perplejidad como si fuera una anomalía, una excepción descontextualizada, deshistorizada e individualizada y no un fenómeno social que nos involucra a todos.
— elisa (@tannnit) October 10, 2018
Los periodistas Héctor Zamarrón y Lydiette Carrión también apuntaron que este caso podría contribuir a dar carpetazo a otros crímenes sin resolver.
"Una de las cosas que podría estar ocultando esta noticia tan llamativa (...) es que en esa zona hay bandas de tratantes y de crimen organizado y que muchos de esos casos quedan sin resolver. El peligro, o lo que han dicho las madres con las que he estado en contacto, es el miedo a que se dé carpetazo a partir de la declaración de una sola persona", dijo Carrión en entrevista con Héctor Zamarrón para Notivox Televisión.
La atención sobre el #MonstruodeEcatepec está eclipsando la pesadilla del feminicidio en el Estado de México, el calvario de las víctimas y sus familias.
— Héctor Zamarrón (@hzamarron) October 10, 2018
La violencia contra las mujeres como espectáculo
El especialista de redes sociales para ONU Mujeres México, Rodrigo Herrera, hizo hincapié además en la cobertura que los medios han dado al caso. "No queremos 'lujo de detalle' de su modo de operación, menos en video", escribió en sus redes sociales.
Al respecto, la antropóloga argentina Rita Laura Segato ha calificado los feminicidios como crímenes expresivos, donde el agresor no sólo envía un mensaje a sus víctimas, sino también al resto de la sociedad. Es por ello que Segato señala la necesidad de un debate entre profesionales de los medios sobre la forma en que se presenta la información de estos actos.
"Falta una discusión profunda de editores, de profesores de carreras de Comunicación… una discusión que sí hubo en relación al suicidio, que se sabe que es contagioso y mimético. Hay suicidios que son espectaculares y serían grandes noticias, pero existe un acuerdo entre los medios de no mostrarlo. La violencia contra las mujeres, y también la homofóbica, está en ese mismo lugar. También es contagiosa, también es espectacular, también puede ser transformada en espectáculo… pero no hay el mismo acuerdo que con relación al suicidio", apuntó en Madrid el año pasado.
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