Las pupusas, una comida tradicional en El Salvador, se han puesto de moda, hay por lo menos dos negocios que las venden en Altamira, pero además tienen gran demanda.
Una pupusa es como una gordita pero grande, dijo la señora Leticia mientras pedía cuatro para llevar, la diferencia es que mucho de lo que va a su interior, por ejemplo, el chicharrón, va tan molido como si fuera un puré, también la carne.
¿Cómo llegaron a la zona sur de Tamaulipas?
Uno de los establecimientos está ubicado en el fraccionamiento Los Mangos, abre a las 08:00 horas y se quita después de mediodía, lo despacha la señora María Consuelo Bruno Amaya, que salió de su natal país hace 15 años, ella buscaba el sueño americano pero traía apenas 150 dólares en la bolsa, unos 3 mil 300 pesos mexicanos.
"El Salvador es muy bonito, pero hay poco trabajo y todo está muy caro, por eso yo quería ir a los Estados Unidos, pero el dinero me alcanzó para llegar a Tampico".
Ella dejó allá a sus tres hijos, viajó en camión y cuando llegó a Tamaulipas, se dio cuenta que necesitaba más dinero, asegura que ella jamás pensó en pagar alguien para que la cruzara, pues tenía conocidos que le decían que no era necesario, sin embargo comenzó a trabajar en casas, en fondas, no tenía muchas opciones, no tenía papeles, pero sí una gran necesidad de mandar dinero a sus hijos, así que tenía que emplearse.
"Me gustó porque está bonito aquí, hay trabajo", dice la señora María Consuelo quien en su país natal también se dedicaba a hacer comidas.
María hacía las pupusas en su casa pero también para sus amigos que la habían recibido con mucho cariño. Cuando decidió irse a vivir a Altamira, ellos le insistieron que debía venderlas ya que tenían un buen sabor.
"Allá no le ponemos chile y hay otra planta que le ponemos de relleno pero aquí no hay".
Las pupusas se venden bien, en realidad es un alimento muy grande que tiene un costo de 20 pesos, algunos con dos tienen para quedar satisfechos.
El otro negocio que vende también el platillo, originario de El Salvador, está ubicado en el fraccionamiento Jardines de Arboledas, que todos los días tiene lleno, inclusive los vehículos hacen fila para ser atendidos.
EAS