Desde la parte legal, explicó Claudia T. Witron, de Divorcios Express Abogados Especialistas, la persona debe de tener en claro que si bien se separa de la pareja no se divorcia de los hijos, y cuando se disuelve un matrimonio o una relación de unión libre no se terminan las obligaciones para con la descendencia, mismas que son responsabilidad de los dos: papá y mamá.
Y cuando la disolución del matrimonio o de la pareja se da se tienen que establecer claramente cuáles van a ser las obligaciones alimentarias, de educación, de salud, de vestido, de esparcimiento, entre otras, de las dos partes.
Lo primero que tiene que hacer una madre en una situación como ésta, aconsejó, es perder el miedo, aprender a defenderse, a hablar, a negociar y a hacer convenios.
“Una mamá lo que tiene que hacer es establecer un convenio sobre alimentos, sobre pago de una pensión en una cantidad líquida y asegurarse que la pensión se descuente de la empresa.
“Si el señor no tiene un trabajo en una empresa como empleado, entonces se fija una cantidad líquida, la que por lo regular aumenta conforme crece el salario mínimo una vez al año”, mencionó.
Otro fenómeno que se presenta en la actualidad con el alza de divorcios, comentó la especialista, es que el padre de familia, tras el divorcio, deja de pagar el crédito de Infonavit y se quedan en riesgo la madre y sus hijos de que les retiren la casa habitación.
“Cuando Infonavit da el crédito se lo da al trabajador, y si es hombre, machista, resentido, le da carpetazo al matrimonio y a las obligaciones que contrajo antes, ‘me divorcio y la casa que compré la dejo de pagar’, dicen y dejan en riesgo a ese núcleo”, destacó la especialista.
El papá, dijo, también está obligado a pagar una parte proporcional de la escuela, y, enfatizó, ninguna ley le puede exigir que sea en colegio privado.
Además, reveló, está obligado a pagar un 50 por ciento de la atención médica que no cubra el IMSS o el Seguro Popular.
En cuanto al convenio, que debe incluir comida, pago de servicios, atención médica, los gastos escolares, señaló que alrededor de un 50 por ciento de padres son responsables, y no requieren que se los dicte un juez para entregar los recursos de manera consciente y voluntaria.
“Pero los inconscientes necesitan tener un convenio firmado y ratificado ante la autoridad judicial, se puede acudir al Instituto de la Mujer, a las diferentes facultades de derecho, al instituto de mecanismos alternos para la solución de conflictos.
“Y lo principal es que ese convenio que se realice no sea verbal, sino que sea un convenio sancionado por el juez, y al momento que el juez dice ‘esto es lo que hay que cumplir’, se protege la mujer como madre y a los niños, y se protege el padre porque ya no se le puede exigir más que lo convenido”, precisó.
En cuanto a la duración del convenio, éste termina, según Witron, hasta que los menores empiecen a trabajar, terminen sus estudios o inicien su propia relación de pareja.
Por último, refirió Claudia T. Witron, la mayoría de los hombres, tras una separación duran, en promedio, tres meses en rehacer su vida y tener una nueva relación.
Pero esto no debe ser motivo, enfatizó, para que se pierda la convivencia con los hijos.
Límites
Cuando la disolución del matrimonio o de la pareja se da se tienen que establecer claramente cuáles van a ser las obligaciones alimentarias, de educación, de salud, de vestido, de esparcimiento, entre otras, de las dos partes.
Los números
En cuanto al convenio alrededor de un 50 por ciento de padres son responsables, y no requieren que se los dicte un juez para entregar los recursos de manera consciente.