Ciudad Guzmán es tierra de grandes artistas como la compositora Consuelito Velázquez, el muralista Clemente Orozco y el escritor Juan José Arreola, pero también tiene una representante a nivel internacional del tradicional dulce típico, la palanqueta.
Clarisa Franco, una guzmanense que seduce con las palabras, mejoró la fórmula del dulce de nuez, hecha a base de leche quemada endulzada, misma que consolidó llevándola a un récord Guinness como la palanqueta más grande del mundo.
“Yo saqué mi propia fórmula, y el éxito de mis palanquetas, por ejemplo, yo la limpio aquí y cómo ves es un cernidor para que no vaya pedacera, la voy limpiando, trato de qué no vaya porque ahí no ves que tienen hasta puntitos negros o el pie con negro o tiene lo que es la cascarita, trató de limpiarla que vaya lo más hermoso de la nuez”, explicó.
La palanqueta de nuez es auténtica. Tiene una sinfonía de contrastes y sabores, en donde cada ingrediente juega un rol esencial. Se convierte en un dulce profundo al mezclar azúcar con leche hervida que deja un toque leve de vainilla y una nota amarga ligera que no invade el paladar gracias al caramelo de la mezcla.
“Yo la preparaba con mucho dulce las palanquetas. Un día estaba por Calzada y me acuerdo que en ese entonces llegaban los gringos, los de Colombia y de otros países y pues llegaba a probar mi dulce, y en su idioma decían que ‘beautiful, rico la palanqueta, más rica, el dulce rico del mundo’”, recordó con mucha nostalgia la repostera guzmanense
La creadora de la palanqueta del récord Guinness
Un día Clarisa Franco conoció por medio de la televisión que ciertos récords o hazañas llevadas a cabo se registraban en un libro llamado Guinness World Record. Ahí, cada año las personas alcanzaban proezas únicas y establecían nuevas marcas en diferentes ramos. Con el paso de los años el registro en el libro se convirtió en una serie televisiva, y ahí es donde soñó un día con hacer historia. Pero para hacerlo tenía que hacer algo verdaderamente sorprendente.
“Fue un evento muy padre. Ese día yo regalé esa palanqueta. Fueron unos 50 kilos de nuez, 50 litros de leche y 50 kilos de azúcar y la hice ahí en el casino. Midió 2 metros con 35 centímetros de diámetro y así gruesita y yo la regalé. Yo me acuerdo que la gente se formaba y se volvía a formar. Yo la regalé todo el corazón y la verdad que para mí ha sido una satisfacción muy grande tener el récord Guinness de la palanqueta más grande”, contó con júbilo Franco.
El suceso la obligó a buscar nuevas recetas y procesos de elaboración, entonces hizo la palanqueta de piñón y la de macadamia. Con el paso de los años y con el entusiasmo que la caracteriza contagió a su hija de dedicarse en cuerpo y alma en la elaboración del tradicional dulce del municipio de Zapotlán el Grande.
“Yo invité a mi hija, ya la enseñé, ahora que sí, de mí para ella, va a ser, o más bien ya es una herencia que le dejo, ella ya superó a la maestra, las hace mejor que yo y ella ya es la que sabe, pero orgullosamente, me representa, y lo vuelvo a recalcar: ella superó al maestro”, relató.
Hoy Alejandra y sus hijas mantienen vivo el negocio de Clarisa, y en su temporada más alta llegan a vender más de mil palanquetas diarias y a endulzar corazones
SRN
