La consigna "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" se repite actualmente en muchas de las protestas en México con las que se exigen —muchas veces, sin respuesta— acciones efectivas para encontrar a las miles de personas desaparecidas.
Este reclamo se ha consolidado como uno de los principales lemas de la lucha por obtener justicia para las víctimas y su origen se remonta a finales de los años setenta, cuando el activismo de María del Rosario Ibarra de la Garza empezó a brotar.
Conocida también como Rosario Ibarra de Piedra, fue pionera de la defensa de los derechos humanos en México y dentro de su nutrida trayectoria destaca el haber sido la primera mujer candidata a la Presidencia en el país. ¿Cuál es su historia? En MILENIO te la contamos.
Coahuila, cuna de la Revolución y de Rosario Ibarra
Rosario Ibarra de la Garza nació el 24 de febrero de 1927 en Saltillo, Coahuila, estado que adquirió el apelativo de Cuna de la Revolución Mexicana.

Fue en Coahuila en donde Francisco I. Madero comenzó a publicar y distribuir su libro La sucesión presidencial en 1910 para invitar a la población a organizarse de cara a la época democrática que se asomaba ante el ocaso del Porfiriato.
También en dicho estado, tras el asesinato de Madero y José María Pino Suárez en 1913, el entonces gobernador Venustiano Carranza Garza proclamó el Plan de Guadalupe con el que desconocía el gobierno de Victoriano Huerta.
Para el momento en que Rosario Ibarra llegó a este mundo, Coahuila se encontraba en un proceso de reconstrucción. La Escuela de Agricultura en Buenavista, Saltillo, formó a las primeras generaciones de agrónomos para mejorar las siembras y, a lo largo de la década de 1920, comenzaron a erigirse escuelas y modestas fábricas, así como los bosquejos de lo que sería la red de carreteras.
Cuando María del Rosario cumplió cinco años se mudó junto con su familia al estado de Chihuahua y dos años más tarde se movilizaron a Monterrey, Nuevo León. De su padre, el señor Valdemar Ibarra, Rosario adquirió el hábito de la lectura y la escritura, así como su interés por las artes, la política y la oratoria.
Una breve biografía compartida por el Instituto de Educación Media Superior (IEMS) señala que Adelaida Villarreal, abuela de Rosario, le transmitió "la fortaleza y valentía con las que enfrentó los múltiples avatares del mundo del activismo".
La desaparición de Jesús, la tragedia que marcó la vida de Rosario Ibarra
Rosario Ibarra se casó con el médico Jesús Piedra Rosales, cercano al partido comunista y simpatizante de los movimientos sociales, con quien tuvo cuatro hijos. Uno de ellos fue Jesús Piedra Ibarra, quien nació el 17 de febrero de 1954 en Monterrey.
Se formó profesionalmente como médico en la Universidad Autónoma de Nuevo León. A la par de su trayectoria académica, influenciado por la disidencia política de su padre, mostró interés por el pensamiento de izquierda y se unió a la Liga Comunista 23 de Septiembre, una organización guerrillera que rechazaba las políticas económicas y sociales del entonces presidente, Luis Echeverría Álvarez.

Al interior de dicha organización, Jesús Piedra era conocido con el seudónimo de Rafa y estuvo involucrado en diversas confrontaciones con las autoridades de Nuevo León, así como con la Dirección Federal de Seguridad (DFS).
El 17 de septiembre de 1973 quedó marcado como un día crucial para la historia de las movilizaciones sociales en el país, pues fue en esa fecha que el empresario Eugenio Garza Sada fue secuestrado por integrantes de la Liga Comunista.
Información difundida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y por la Cámara de Diputados señala que la organización, aparentemente, buscaba privar de la libertad a Garza Sada para negociar la liberación de presos políticos, pero el filántropo murió en un enfrentamiento entre sus captores y sus guardaespaldas.
Este hecho motivó una intensa persecución por parte del gobierno federal contra la Liga Comunista 23 de Septiembre y fue en ese contexto que, el 18 de abril de 1975, agentes de la DFS detuvieron a Jesús Piedra Ibarra de manera arbitraria, pues no tenían ninguna prueba que lo vinculara con el asesinato del empresario.
Al día siguiente se emitió un oficio en la DFS con el que se informaba al entonces director, Luis de la Barreda Moreno, sobre la "detención e interrogatorio de Jesús Piedra Ibarra alias Rafael". Desde ese entonces no existen más registros de su paradero.
¡Eureka!: Un movimiento que arrojaba luz en el contexto de la Guerra Sucia
Desde el momento en que se enteró de la desaparición de su hijo, Rosario Ibarra de la Garza inició un proceso de búsqueda y resistencia. En el camino se encontró con cientos de personas que, al igual que ella, buscaban a sus familiares.
Tras dos años de manifestaciones, las cuales contemplaron protestas directas contra Luis Echeverría en eventos públicos, Rosario Ibarra creó el Comité Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, conocido eventualmente como el Comité ¡Eureka!, una organización pionera en la lucha contra las desapariciones forzadas.

La lucha colectiva de este comité logró que en 1978 el presidente José López Portillo promulgara la Ley de Amnistía, con la cual se otorgó la libertad a mil 500 presos políticos, permitió el retorno al país de 57 exiliados y anuló más de dos mil órdenes de aprehensión.
Aunque los esfuerzos del Comité ¡Eureka! también se vieron reflejados en la localización con vida de al menos 148 personas, sobre Jesús Ibarra no se supo nada más.
Rosario Ibarra, primera mujer candidata a la Presidencia de México
Con un robusto historial de lucha política a sus espaldas, Rosario Ibarra de la Garza se convirtió en 1982 en la primera mujer en postularse como candidata a la Presidencia de la República, abanderada por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. En los comicios, la activista recibió un total de 416 mil 448 votos, correspondientes al 1.76% de los sufragios registrados.
En 1985 asumió el cargo de diputada federal y en 1988 participó nuevamente como candidata a la silla presidencial. Al término de la jornada, Rosario Ibarra se unió a las denuncias de Cuauhtémoc Cárdenas sobre el fraude electoral que posicionó a Carlos Salinas de Gortari como ganador.
Durante las décadas siguientes, Ibarra de la Garza se mantuvo en la esfera política: fue diputada federal en 1994 y senadora de la República entre los años 2006 y 2012. Su extensa labor en defensa de los derechos humanos la hizo acreedora a ser candidata al Premio Nobel de la Paz en 1986, 1987, 1989 y 2006.
El 23 de octubre de 2019, 44 años después de la desaparición de Jesús, el Pleno del Senado de la República aprobó que a Rosario Ibarra le fuera entregada la Medalla de Honor Belisario Domínguez. A pesar de los reconocimientos, el caso de su hijo sigue pendiente de esclarecer.
Rosario Ibarra murió el 16 de abril de 2022, a los 95 años de edad, en un hospital de Monterrey, Nuevo León. Al día siguiente de su fallecimiento fue trasladada al Panteón de Dolores y sepultada en la misma tumba en donde descansan los restos de quien fuera su esposo.
BM.