Casi un año ha transcurrido desde que en un aeródromo cercano a El Paso, Texas, agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) cumplimentaron la aprehensión de uno de los narcotraficantes más buscados del mundo: Ismael El Mayo Zambada.
La caída del también llamado Señor del Sombrero sacudió por completo la estructura del Cártel de Sinaloa y provocó el estallido de un prolongado conflicto protagonizado por sus herederos y por Los Chapitos, sin embargo y del otro lado de la frontera, se convirtió en el “pase de salida” para los hermanos Ovidio y Joaquín Guzmán López.

De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), Joaquín Guzmán López orquestó el secuestro y entrega del septuagenario capo a autoridades estadounidenses. Aunque son múltiples las teorías sobre la motivación para hacerlo, la que mayor relevancia ha cobrado apunta a la posibilidad de conseguir beneficios tanto para él mismo como para su hermano, quien había sido extraditado en septiembre de 2023.
Si bien durante sus primeras comparecencias los hermanos Guzmán López optaron por declararse como no culpables, con el transcurso de los meses y en el marco de su proceso legal, una serie de episodios han comenzado a presagiar la consolidación de un acuerdo con la fiscalía estadounidense, siendo el caso de Ovidio el más evidente.
El retiro de cargos en contra de El Ratón

El pasado primero de julio, la fiscalía estadounidense desestimó los cargos por narcotráfico que pesaban sobre Ovidio Guzmán López en Nueva York. De acuerdo con un documento firmado por el mismo Ovidio Guzmán y consultado por el periodista Ángel Hernández para MILENIO, el hijo de El Chapo formalizará su declaratoria de culpabilidad en Chicago, Illinois, donde es acusado de tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero y uso de armas de fuego.
Aunque El Ratón -como es mejor conocido- también contaba con acusaciones en el Distrito de Columbia y en el Distrito Sur de Nueva York, es en Chicago donde se ha desarrollado su proceso judicial y donde se encuentra recluido.
La desestimación de los cargos por narcotráfico en Nueva York se vincula con la formalización de su acuerdo de culpabilidad, mismo que, a cambio de cooperación, le permitiría ser acreedor a una sentencia reducida y a beneficios que ya han comenzado a hacerse realidad.
Familiares de Ovidio se entregan a EU
En un hecho sin precedentes, a inicios de mayo se viralizó un video en redes sociales en el que se apreciaba a al menos 17 familiares de los Guzmán López cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
De acuerdo con información del periodista Luis Chaparro, los hechos se suscitaron en el puerto fronterizo de San Ysidro en Tijuana y entre las personas se encontraba Griselda López, segunda esposa de El Chapo Guzmán y madre de Ovidio y Joaquín.

Aunque autoridades mexicanas aseguraron que los allegados de los hermanos Guzmán López no contaban con ningún proceso judicial abierto en su contra en México, lo cierto es que la protección a las familias se ha caracterizado como una de las consideraciones principales para la negociación de un acuerdo de culpabilidad.
El recurso legal al que Ovidio Guzmán López -y muy probablemente también Joaquín- buscan adherirse puede contemplar una cooperación con la fiscalía estadounidense para proporcionar información sobre el Cártel de Sinaloa, sus miembros y dinámicas. Es por ello que, para evitar represalias, este tipo de acuerdos contemplan la protección de las familias como uno de sus puntos claves.
Las acusaciones y golpes al Cártel de Sinaloa

La información que los hermanos Guzmán López proporcionen a autoridades estadounidenses es clave para la formulación de nuevas acusaciones. Por ejemplo, tras la llegada de Ovidio a Chicago en ese mismo distrito trascendieron la presentación de cargos en contra de dos miembros de alto rango de la organización delictiva.
Se trató de José Ángel Canobbio Inzunza y de Ceferino Espinoza Angulo. El primero, mejor conocido como El Güerito fue identificado en México como uno de los posibles sucesores de Iván Archivaldo Guzmán Salazar al convertirse en uno de sus operadores logísticos más importantes.
Pese a haber mantenido un perfil bajo, dos meses después de la llegada de El Ratón a Estados Unidos fue presentada una acusación en contra de Canobbio Inzunza ante el Distrito Norte de Illinois por delitos relacionados al tráfico de metanfetaminas, cocaína y fentanilo.

En febrero de 2025, El Güerito fue detenido en la colonia Las Quintas en Culiacán y posteriormente formó parte del paquete de 29 miembros del crimen organizado que México entregó a Estados Unidos en el marco del combate bilateral a las drogas y por seguridad nacional.
Ceferino Espinoza, por su parte, es requerido por la justicia estadounidense al ser identificado como el líder de una docena de sicarios que protegen y apoyan a los hijos del Chapo Guzmán que continúan al frente de una parte del Cártel de Sinaloa.
Sobre El Koyote, como es mejor conocido, pesan cargos relacionados al trasiego de drogas y el tráfico de armas en el Distrito Norte de Illinois. Asimismo, se le vincula con la obtención de precursores químicos necesarios para la elaboración de drogas sintéticas. Ceferino Espinoza continúa prófugo en México.
Aunque se desconoce si la cooperación que Ovidio Guzmán busca pactar con la fiscalía estadounidense está relacionada con dichas acusaciones, lo cierto es que desde su llegada y la de Joaquín a Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa ha continuado padeciendo golpes a su estructura y actividades.
Un claro ejemplo fue la sanción que el Departamento del Tesoro anunció en contra de tres bancos mexicanos señalados de lavar dinero y facilitar el tráfico de fentanilo tanto para el Cártel de Sinaloa como para el de los Beltrán Leyva, el del Golfo y el Jalisco Nueva Generación.
El viernes 11 de julio, Ovidio Guzmán formalizó su acuerdo de culpabilidad al admitir su responsabilidad en al menos cuatro cargos realcionados al narcotráfico. Será cuestión de tiempo conocer las consecuencias que su cooperación tenga y que se vean reflejadas en las nuevas acciones que el gobierno de Estados Unidos y el de México adopten para continuar erosionando a la organización delictiva.
ATJ