En las estructuras del narcotráfico, las mujeres casi siempre ocupan un segundo plano. Invisibles para los reflectores mediáticos y judiciales, rara vez figuran como protagonistas, aunque muchas veces están en el origen mismo del poder. En el caso del clan Guzmán Loera, la historia no es distinta.
Mientras los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán —mejor conocidos como Los Chapitos— se convirtieron en herederos del imperio criminal del Cártel de Sinaloa, las mujeres que les dieron la vida permanecieron al margen del relato, pero no necesariamente del negocio.
Alejandrina Salazar, la primera esposa de 'El Chapo'
La primera esposa del otrora líder del Cártel de Sinaloa fue Alejandrina María Salazar Hernández. La mujer, nacida el 17 de julio de 1958 (66 años de edad en la actualidad) según datos del Departamento de Justicia, contrajo matrimonio en 1977; es decir, a los 19 años.
Es madre de cuatro hijos, tres hombres y una mujer, de los cuales dos están involucrados en el negocio de las drogas. Se trata de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, señalados por las autoridades estadunidenses como líderes de la facción Los Chapitos.
También es madre de César y Alejandrina Gisselle, de los que poco se sabe.
El 7 de junio de 2012, Alejandrina Salazar fue designada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inlés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, esto a raíz de su presunta participación en las operaciones del Cártel de Sinaloa.
"María Alejandrina Salazar Hernández brinda apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo Guzmán Loera y el Cártel de Sinaloa", acusó el Departamento del Tesoro.

Griselda Guadalupe: la mujer que "perdió" tres hijos
La segunda esposa de Guzmán Loera, conocida como Griselda Guadalupe López Pérez o Karla Pérez Rojo, perdió tres de los cuatro hijos que procreó con el narcotraficante: dos ante la justicia estadunidense y uno en un ataque armado.
Nacida el 19 de agosto de 1959 (65 años de edad), López Pérez es conocida por ser la hija de los dos integrantes de Los Chapitos que enfrentan procesos legales en Estados Unidos: Ovidio y Joaquín Guzmán López.

También es madre de Édgar y Griselda Guadalupe Guzmán López, el primero de ellos asesinado a la edad de 22 años por un comando armado el 8 de mayo de 2008.
Acorde con la sanción, Estados Unidos reconoció a la mujer como "esposa del narcotraficante", además de acusarla de desempeñar un papel clave en la organización criminal.
"La OFAC designa a Griselda López Pérez por su participación en las operaciones de la organización narcotraficante de Guzmán Loera, incluyendo sus esfuerzos para ayudarlo a evadir la justicia. (...) Además, brinda apoyo material a las actividades de narcotráfico de su esposo", se lee.
Aunque Griselda López se mantenido lejos de los focos de atención, destaca que su nombre volvió a ser mencionado por la OFAC el pasado 12 de julio de 2023. En esta ocasión por la designación de su hermano, Noel López Pérez, quien presuntamente se involucró en el negocio de las drogas junto a sus sobrinos Ovidio y Joaquín.
El papel de las mujeres en el narcotráfico
Vivir al lado de un capo o formar parte del engranaje del narcotráfico implica para muchas mujeres una existencia marcada por el silencio, el miedo y la lealtad forzada.
Lejos del glamour que a veces muestran las redes sociales o series de televisión, la realidad suele ser mucho más cruda: esposas, novias, madres e incluso hijas quedan atrapadas en una red de poder, violencia y vigilancia constante.
Algunas son cómplices activas, encargadas de movimientos financieros, mensajes o enlaces logísticos. Otras apenas sobreviven, sabiendo que cualquier deslealtad puede costarles la vida. Y muchas más simplemente callan, protegidas o dominadas por estructuras que no dejan espacio para disentir.
RMV.