En la actualidad, ya no se necesita una esquina para ofrecer productos ilegales, ni una red compleja para mover dinero sucio. Basta con un canal, un perfil anónimo y un puñado de emojis que, para quien sabe leerlos, dicen más que mil palabras.
En plataformas que millones usan cada día para entretenerse, comunicarse o comprar, el crimen organizado ha encontrado un campo fértil para reclutar, intimidar, vender drogas e incluso lavar dinero.
En la entrega anterior, MILENIO explicó cuáles son las principales actividades delictivas que se han trasladado al mundo digital. Pero, ¿qué se sabe de las plataformas en las que se realizan?
La utilidad de TikTok para los cárteles de drogas
En 2020, año en el que inició la pandemia por Covid-19, las redes sociales se convirtieron en el pilar de la sociedad. Una de las más usadas fue TikTok, indispensable para quien quería distraerse con videos virales o retos de baile.
TikTok es una red social enfocada en la creación y difusión de videos cortos, generalmente de entretenimiento, música, humor, tutoriales o retos virales. Los usuarios pueden grabar, editar y compartir videos de entre 15 segundos y 10 minutos, con una amplia variedad de filtros, efectos especiales y pistas de audio integradas.
Sin embargo, la aplicación de origen chino también se ha convertido en una de las herramientas favoritas del crimen organizado.
De acuerdo con un análisis cualitativo y cuantitativo encabezado por el Seminario sobre la Violencia y Paz del Colegio de México (Colmex), "TikTok ya no solo es entretenimiento":
"Es también un espacio donde el crimen organizado está construyendo identidad, comunidad y promesas de pertenencia", se lee en el documento Nuevas fronteras en el reclutamiento digital.

Los resultados de la reciente investigación indican que grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa usan emojis, hashtags, música, audios virales y contenido visual para atraer a jóvenes a sus filas.
Entre los hallazgos más relevantes, el Colmex destacó:
- Grupos criminales utilizan cuentas para promocionar "empleos" falsos con promesas de hospedaje, pagos y entrenamiento.
- El CJNG lidera el uso de TikTok como canal de reclutamiento y propaganda, con hashtags como #4letras, #mencho o #trabajoparalamaña.
- Se identificó contenido dirigido a mujeres, como "apoyos" a madres solteras y estudiantes.
"TikTok, al ser una red social con menor moderación de los contenidos respecto a otras plataformas digitales, ha facilitado que el crimen organizado utilice ese espacio digital".
Apps de comunicación y su importancia en el narcotráfico y otros delitos
En 2020, durante la primera administración de Donald Trump, la Fiscalía General de Estados Unidos advirtió que las redes de distribución de los cárteles de drogas mexicanos se estaban expandiendo en su territorio.
Durante una conferencia de prensa, el entonces fiscal general, William Barr, agregó que los grupos criminales también habían implementado nuevos métodos "barrera" para no ser detectados por las autoridades, como el uso de comunicaciones cifradas.
Distintos reportes de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) señalan a Signal, WhatsApp, Telegram y Wire como algunas de ellas.

Más tarde, en enero de 2022, la DEA volvió a advertir que las redes criminales del narcotráfico estaban abusando de las redes sociales para expandir su alcance, crear nuevos mercados y captar nuevos clientes.
"Esto incluye la venta de píldoras falsas de fentanilo y metanfetamina, muchas veces a adolescentes, jóvenes y adultos mayores que creen estar comprando un medicamento auténtico".
Así trafican drogas los cárteles en redes sociales, según la DEA
Acorde con la información publicada en 2022 por la agencia estadunidense, los traficantes de drogas se anuncian en plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok, X (antes Twitter) y YouTube. Estos anuncios aparecen en historias que desaparecen en 24 horas y en publicaciones que son rápidamente subidas y eliminadas.
"Las publicaciones y las historias suelen ir acompañadas de palabras clave y emojis reconocidos. Estos códigos están diseñados para evadir tanto la detección por parte de las autoridades como los algoritmos preestablecidos que utilizan las plataformas".
Una vez que el potencial comprador establece contacto, los traficantes suelen trasladar la comunicación a una aplicación de mensajería encriptada.
"Los traficantes normalmente cambian a estas apps para concretar los acuerdos de compraventa de drogas con mayor seguridad".
Finalmente, el cierre del trato se realiza a través de aplicaciones de pago instantáneo como Venmo, Zelle, Cash App y Remitly.
En 2021, la DEA investigó más de 80 casos relacionados con el narcotráfico a través de aplicaciones digitales.

El peligro de Telegram
La promesa de privacidad casi absoluta que ofrece Telegram se ha convertido en un arma de doble filo. Lo que en principio fue una ventaja para usuarios preocupados por la vigilancia y la censura, hoy también es un refugio ideal para quienes realizan actividades ilícitas.
A diferencia de otras plataformas, Telegram permite la creación de canales públicos y grupos masivos sin requerir identidad verificable, lo que facilita el anonimato.
Distintos reportajes e investigaciones, como la realizada por The New York Times en septiembre de 2024, evidencian que dentro de estos espacios abundan ofertas ilegales: drogas, armas, documentos falsos, bases de datos personales, servicios de hackeo y otros. Todo al alcance de unos cuantos clics.
La falta de una regulación efectiva —y la resistencia de Telegram a moderar ciertos contenidos— ha convertido a la plataforma en un terreno fértil para las redes delictivas.

Los retos legales y tecnológicos para frenar el crimen en plataformas sociales
La expansión del crimen organizado en redes sociales ha puesto en evidencia una preocupante brecha entre la capacidad de las plataformas digitales para autorregularse y las leyes que rigen su funcionamiento.
Mientras los grupos criminales se adaptan rápidamente a las nuevas herramientas tecnológicas, las autoridades y las propias empresas tecnológicas avanzan a paso lento, atrapados entre límites legales, vacíos normativos y desafíos técnicos.
Uno de los principales obstáculos es la jurisdicción internacional. Plataformas como Telegram, TikTok o WhatsApp operan en múltiples países con legislaciones distintas. Esto complica la cooperación entre gobiernos y la aplicación de la ley cuando los servidores, los desarrolladores o incluso los usuarios están en distintos territorios.
Pero las plataformas sociales no son la única herramienta digital que los grupos criminales y delincuentes aprovechan.
En la próxima entrega Notivox explicará cómo los cárteles de drogas han modernizado sus métodos para ocultar las ganancias ilícitas. Si antes el dinero se invertía en negocios fachada, hoy se mueve en forma de criptomonedas, transacciones digitales y redes de comercio electrónico.
RMV.