A dos años, para las familias de Diego, Uriel, Roberto, Dante y Jaime, la esperanza de que vuelvan a casa con vida, sigue latente.
"Hasta no saber plenamente, que nos confirmen ellos, que son ellos. Estamos con la ilusión, con la esperanza de que se los hayan llevado a trabajar como lo han hecho ellos, como los han reclutado en muchas partes", dice Jaime Galván, padre de Uriel.
Te recomendamos
Para las familias, es una posibilidad, porque los restos calcinados encontrados en una ladrillera, que según autoridades podrían pertenecer a los jóvenes, no han logrado ser identificados.
"Yo sigo teniendo desde ese día un alto porcentaje de esperanzas de que pudiese andar por ahí ¿por qué me baso a eso? pues me baso a eso porque no me han demostrado lo contrario", expresa Armando Olmeda, padre de Roberto
Inmortalizan sitio donde los vieron por última vez
Los rostros de Uriel de 19 años, Roberto y Diego de 20, Jaime de 21 y Dante de 22, están plasmados sobre un mural en el Mirador de San Miguel, el último sitio donde se sabe que estuvieron el día de su desaparición.
Los jóvenes iban a este lugar desde que eran niños; ahí podían pasar horas viendo desde lo más alto de Lagos de Moreno, el futuro que les esperaría en la tierra que los vio nacer, pero que sin saberlo, también los arrebataría de sus familias.
“Sí, era algo muy cotidiano para él, él desde niño asistía mucho aquí al mirador, él tiene muchos, tenía muchos recuerdos de aquí del mirador… los sientes que están todavía aquí”, recuerda Jaime.
El Mirador refugio y abrazo para las almas de sus familiares
Sobre su suelo de adoquín color rojizo, pareciera que el tiempo se detiene y que aún en el más profundo silencio, se conserva el eco de sus risas.
"Yo como madre, hasta el día en que me muera, voy a dejar de alzar el grito, de que aquí estoy esperando a mi hijo. Yo quiero pensar que él sigue, y yo casi siempre hablo en presente. Y digo, él está aquí en todo, en todo", dice sentidamente Ana María Miranda, madre de Jaime.
El 11 de agosto del 2023 fue el día en el que cinco hogares quedaron con un enorme e irremplazable vacío; es una fecha que aún duele profundamente para todas las familias.
“Seguimos con la tristeza de esperarlo con su cuarto, sus cosas cambia completamente, vives de forma diferente, tratas de forma diferente. Yo tengo un hijo de 14 años y los afectas porque estás sobre ellos, con qué confianza, no los deja uno salir”, lamenta Jaime.
Es una fecha que también les desgarra el corazón, porque fue el día que sin explicación alguna hasta ahora, los sueños de Diego, Uriel, Roberto, Dante y Jaime se pausaron abruptamente.
“Para él su sueño grande era ser futbolista profesional y brillar. Y siempre que veía él me decía, no mami, cuando yo ya esté en las altas, yo te voy a comprar luego tu casota, como tú la quieres. Y soñaba, soñaba", recuerda la señora Miranda.
Piden respuestas y no ser olvidados
A dos años de una desaparición donde la autoridad los ha desaparecido más, al no darles certeza sobre su paradero, las familias piden que no los olviden.
"A medias nos han estado ayudando, pero sí queremos que haya más apoyo por medio de ellos. Ellos tienen la autoridad y tienen los medios para recuperar a mucha gente que quizás la traen por ahí", dice Juan Martínez, padre de Jaime.
Al centro del mirador están cinco columnas de color naranja; cada una con el nombre de ellos, para que ni las autoridades, ni el tiempo los olviden:
- Diego Alberto Lara Santoyo
- Uriel Galván González
- Roberto Carlos Olmeda Cuéllar
- Dante Cedillo Hernández
- Jaime Adolfo Martínez Miranda
OV
