El 28 de abril, cerca de la medianoche, la casa de la familia de la activista Carmen Sánchez sufrió un atentado, luego de que dispararon presuntamente de manera directa contra una de las habitaciones del inmueble, ubicado en Ixtapaluca, Estado de México en donde actualmente vive su madre y una de sus hermanas.
En entrevista para MILENIO, Carmen Sánchez, sobreviviente de un ataque con ácido y activista, denunció que este ataque podría estar relacionado con su labor de activismo, ya que desde hace varios años se ha dedicado a apoyar, en la zona oriente del Estado de México, a víctimas de violencia contra la mujer, sobrevivientes de ataques con ácido o familiares de víctimas de feminicidio.

¿Qué dijo la activista?
“Lo único que hacemos es buscar justicia para las familias que confían en nosotras, para aquellas que no han sido escuchadas por la propia Fiscalía del Estado de México o por las instituciones que están encargadas de impartir justicia. Por eso nosotras, desde nuestra experiencia que hemos tenido en las fiscalías, tratamos de apoyarlas y que ellas no tengan que pasar lo que nosotros nos ha tocado pasar”, señaló.
Actualmente, Carmen cuenta con medidas de protección tras haber sido víctima de violencia ácida; sin embargo, aseguró que no ha sido suficiente para garantizar su seguridad.
Dijo que aunque ha solicitado se le brinde protección también como activista, ésta le ha sido negada tanto por la Fiscalía Estatal como por el Mecanismo Federal de protección a personas defensoras de Derechos Humanos.
“El ser activista feminista defensora de Derechos Humanos es difícil porque incomodamos a todos, incomodamos a políticos cuando alzamos la voz porque quieren trabajar sin las víctimas e incomodamos a los propios agresores a los agresores que en algún momento han intentado atentar contra nuestra vida por alzar la voz”, enfatizó.
Ataque en casa vulneró a su familia
En este sentido también denunció que si bien el ataque efectuado en el domicilio del Estado de México fue contra su trabajo, no se le brindó protección a su madre y hermana, que son quiénes realmente se encuentran en el inmueble y, por lo tanto, con una mayor situación de vulnerabilidad.
“La verdad es que afortunadamente no hay daños físicos, los daños son emocionales, pues obviamente también se requiere un proceso de recuperación y ellas se encuentran con miedo porque son las que viven”, precisó.
Finalmente, sobre este caso, la Fundación Carmen Sánchez pidió a las autoridades no minimizar lo ocurrido, tomando en cuenta que en México la violencia contra las personas defensoras de derechos humanos es sistemática y muchas veces letal.
Carmen ya presentó la denuncia ante la Fiscalía mexiquense, quién se comprometió a dar seguimiento al caso. Asimismo, dijo, ya se está analizando el reforzamiento de las medidas de protección en las cuales espera se incluya a su familia.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que la activista sufre un atentado, ya que en 2022 intentaron entrar al domicilio en el que vivía con sus hijas, en el Estado de México, por lo cual fueron sustraídas de ese lugar y reubicadas en la capital.
RM