Emily Aparicio Gutiérrez tiene 24 años y lleva 18 meses en la Marina Armada de México, donde, además de crecer profesionalmente, recibe apoyo de sus superiores para desarrollar un pasatiempo que la hace muy feliz y al que dedica hasta la mitad de su tiempo: tacleadora en el futbol americano en dos modalidades: bikini y equipado.
Es difícil imaginársela en el campo de futbol deteniendo a sus contrincantes, con un sexy traje de jugadora anotando un touchdown, representando a México en ligas de todo el país, así como Estados Unidos y Canadá.
¿A qué jugaba cuando era niña?
Con balones, a las escondidillas, en los árboles… esos eran mis juegos favoritos.
¿Se imaginó navegando en el mar?
Desde niña he admirado esta institución y las fuerzas armadas en general, siempre me inculcaron respeto por la bandera; tengo fotos donde me llevan al izamiento de la bandera, a los desfiles militares, no había año en que nos lo perdiéramos y ahora estar de este lado es un orgullo enorme.
¿Qué la llevó a la cancha de futbol americano?
La influencia de mi madre, quien también jugó ese deporte.
¿Cuál es técnicamente la diferencia entre la modalidad de bikini y el equipado?
El sentido del juego es el mismo, lo que en realidad varía es la protección.
¿Qué es lo que le gusta más atacar o defender?
Todo, en la ofensiva soy quarterback y en la defensiva, corner.
¿De verdad no es un deporte violento?
No, todos los deportes tienen su riesgo, pero con el entrenamiento evitas lesionar y ser lesionado, además hay un reglamento.
¿En qué se parecen la Marina y el futbol?
En ambos la disciplina es fundamental, en la Marina encarnas el respeto a tu institución, a la bandera, al himno, al país, a tu pueblo y en el futbol respeto a tu equipo, a tus compañeras, tus coaches.
¿Usted se ha imaginado disparando un arma, al defender a México, matando a otro ser humano?
Independientemente de un evento bélico para el que estamos preparados en esta institución, mi obligación es defender a mi país, siempre. Al ingresar a la Marina nos dieron capacitación en derechos humanos; una guerra no es algo en lo que esté pensando constantemente sino al contrario, nos dedicamos a pensar en la mejoría de nuestro país, en la paz, en ayudar a nuestra gente.
¿Se ha visto limitada como mujer en el futbol?
No, llegué a ver a mi mamá jugar cuando tenía 10 o 12 años, así que para mí era natural, empecé practicando tochito y después futbol americano; sí hubo quien me dijo que era una actividad para hombres, pero mi mamá me dijo: “¿te gusta?, pues hazlo”, siempre he tenido ese apoyo incondicional de mi gran heroína.
¿Su novio no se pone celoso de que la vean tan sexy?
En el ámbito deportivo hay un ambiente familiar, no hay lugar para celos o morbo.
¿Pero sí tiene novio?
Siento que por ahora no tengo el tiempo. A lo mejor si hubiera una persona que me dijera te acompaño a todos lados, pues feliz. Pero todas las personas tienen su propia vida. Como sea, la persona indicada llegará en algún momento; ahora estoy muy enfocada en crecer.
Entonces ¿tampoco hay tiempo para irse de parranda?
Mis ocupaciones no me permiten irme de parranda y tampoco es algo que me llame mucho la atención. Yo soy feliz yendo a entrenar; en la preparatoria o la secundaria me invitaban a fiestas o a salir y yo les decía que no podía porque tenía entrenamientos. A veces les digo, mejor vengan a cenar a la casa. Soy más aburrida, pero mi estilo de vida es otro y tampoco siento que mis amigos me presionen o no lo entiendan.
¿Nunca le han dicho ñoña?
Pues, no creo serlo. No soy ñoña, pero no me gusta irme de parranda, además represento una institución ejemplar.
¿Le han llevado serenata alguna vez?
Hace como dos años.
¿La Marina no es un ambiente muy masculino?
No, aquí en la Marina me siento muy segura, respaldada por ejemplo en cuestión de oportunidades. Hay una gran gama, tanto en lo personal como en lo profesional y en lo laboral para crecer.
¿Se considera mujer tradicional o feminista?
Me gusta la caballerosidad y el respeto, mismo que recibe la gente de mí.
¿El machismo le afecta?
Me preocupan esas situaciones, aunque como mujer creo que todas debemos valorarnos, saber lo que valemos y saber que también tenemos voz y voto. Aquí en la Marina ese es un principio fundamental.