Cultura

Kenny Garrett, Jazz Master

columna de Xavier Quirarte

Con un estilo jubiloso y exuberante que atrapa a los escuchas, como cuando se presentó en Tónica: Encuentro Internacional de Jazz en Jalisco hace nueve años, en su propuesta el saxofonista alto Kenny Garrett se caracteriza por viajar del presente al pasado y viceversa, e incluso visitar algunas otras culturas, algo que aprendió de grandes líderes como Mel Lewis, Mercer Ellington y Miles Davis. Junto con la violinista Regina Carter, el baterista Louis Hayes y Sue Mingus, esposa de Charles Mingus, recientemente fue nombrado Jazz Master por el Fondo Nacional para las Artes del gobierno estadunidense,

En una entrevista sobre su disco Beyond the Wall (Nonesuch, 2006), una declaración de amor a las culturas asiáticas, el saxofonista hablaba de influencias que iban más allá del jazz. “Creo que la música asiática me ha influido, pero siempre he estado abierto a diferentes estilos de música, no sólo asiática. En el caso de Asia se debe a que tengo afinidad por las lenguas de esa región, probablemente porque he estado más en esos países que en otros”.

Si no recordaba los primeros conciertos de jazz a los que asistió de niño, sí tenía muy presente que su madre lo llevaba a escuchar a grupos como The Temptations y The Four Tops. “Creo que toda la música es importante, pero al principio creo que eso moldeó la forma en la que escuchaba la música. Pensaba que toda la música era igual. Sabía que había música Motown y jazz, pero para mí todo tenía los mismos acordes. Pero definitivamente esta música ayudó a formarme”.

Hijo de padre saxofonista, el jazz le llegó por la vía paterna. “Sabía que eran diferentes a los músicos de Motown, y esa fue mi introducción al jazz. Al principio mi héroe era mi padre, pero luego estaban Hank Crawford, Grover Washington Jr. y Cannonball Adderley en su primera etapa. Fueron los primeros que influyeron en mí, y luego por supuesto escuché a gente como Joe Henderson, Sonny Rollins, John Coltrane, Charlie Parker y Johnny Hodges, por nombrar sólo algunos”.

Poseedor de un estilo muy accesible, en lo que tiene que ver su gusto por músicos como Crawford, le comenté que algunos puristas veían a éste como un entertainer más que un músico de jazz, a lo que Garrett replicó: “Debes ver las cosas así: si no hubiera Hank Crawford no habría David Sanborn. Si Hank Crawford no hubiera hecho las grabaciones para CTI no tendríamos a Grover Washington Jr. Sabes la historia de que Hank Crawford no pudo hacer el disco Mr. Magic y terminó haciéndolo Grover Washington Jr. y así se volvió famoso. Nunca se sabe, seguramente yo no estaría tocando como toco si no hubiera habido un Hank Crawford”.

Coda

Al encuentro de la voz propia

“Cada uno debe tener su sonido propio”, fue uno de los consejos paternos que Garrett siguió al pie de la letra. “El otro día escuché una cinta de cuando tenía 18 años y ahí ya estaba mi sonido, aunque tuve que trabajar mucho con él. Es resultado del trabajo, no es algo que suceda de repente”.

Xavier Quirarte


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Xavier Quirarte
  • Xavier Quirarte
  • [email protected]
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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