Algunos elementos culturales y de fe que caracterizan los meses de diciembre de cada año en la Región Lagunera se encuentran en los sonidos, movimientos, colores y devoción que expresan las innumerables danzas que se desarrollan tanto en las colonias como en las peregrinaciones; todas ellas, aunque no exclusivamente, inspiradas por el fervor guadalupano que se expresa en todo su esplendor el 12 de diciembre.
Las danzas se encuentran en el imaginario colectivo de la región; sin embargo, ¿sabemos de dónde vienen?, ¿por qué se realizan?, ¿qué significan los colores qué usan?, ¿los sones qué tocan?, ¿el tipo de vestimenta?, ¿los movimientos que realizan?, ¿cómo se organizan?, ¿cómo se sustentan?, ¿qué implicaciones de fe contienen?, ¿qué compromisos conllevan?; quizás muchas personas lo saben, otras tantas lo intuyen por conocimiento general y para unas más resulta desconocido.
En cualquier caso, si estas preguntas, o las danzas en sí mismas, te invitan a conocer más sobre el tema, puedes revisar el libro Danza, tambor y resistencia en La Laguna (2021) de Marcela Esténs, editado por la Ibero Torreón y El Astillero.
En esta investigación etnográfica se ofrece un análisis diacrónico, con énfasis en lo simbólico, de los elementos históricos, culturales, espirituales y políticos que conllevan dos de las danzas características de la región, la de “Pluma” y la de “Indio”.
El documento plantea una suerte de convergencia en tensión entre las tradiciones de los habitantes de la Gran Chichimeca y la iglesia católica y la corona española, lo cual se evidencia en la organización, los movimientos, los vestuarios, los personajes y los sones que conllevan, pero también, en las fechas cuando se realizan, que involucran lo cósmico, agrícola y sagrado de ambas tradiciones.
Todo el detalle sobre estas danzas se encuentra en el libro, producto de la tesis de la autora para obtener el grado de Doctora en Investigación de Procesos Sociales en Ibero Torreón.
Las personas desaparecidas nos faltan a todas y todos.