Política

Austeridad republicana vs. neoliberalismo endulzado

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México yace cautivo de políticas públicas cobardes y poco creativas.

Con el 38% de la población viviendo en pobreza laboral y siendo el quinto país más desigual del mundo, es evidente que el modelo económico que hemos escogido para México es equivocado y debe ser desafiado [I].

Sin embargo, ni el PRI-PAN, ni Morena, han presentado un programa económico suficientemente ambicioso para lograrlo.

Hoy llamo a rebelarnos ante el paradigma sobre el cual funciona México y demandar a ambas facciones partidistas que lo hagan. No podemos continuar siendo un país donde un billonario acosa al gobierno para no pagar impuestos, al tiempo en que otro nos mantiene presa de uno de los servicios de internet más lentos y caros del mundo.

Desafiar el paradigma económico requiere más valor y creatividad de lo que el PRI-PAN y Morena han ofrecido hasta ahora.

El problema principal es que la conversación pública yace estancada entre dos alternativas igualmente inertes. Por un lado, un nacionalismo austero incapaz de crear un Estado con capacidad y visionario, representado por la “austeridad republicana”. Y por el otro lado, una intensificación y expansión del modelo de libre mercado implementado en los años noventa, representado por el “neoliberalismo endulzado” que guía al PRI-PAN.

Ninguna de las dos alternativas son el camino.

La primera crea un Estado debilitado, incapacitado para desarrollar herramientas competir e innovar a la par de los mercados internacionales. No se puede tener un gobierno capaz si solo se busca lo barato. La segunda crea desigualdades extremas entre inversionistas, empresarios pequeños y trabajadores, favoreciendo desproporcionadamente a los inversionistas a costa del sacrificio de las pequeñas y medianas empresas, y en detrimento de la calidad de vida de los trabajadores.

Un verdadero plan de desarrollo para México requiere repeler la inercia de recurrir a las soluciones de siempre, que han planteado las voces de siempre. Oponerse al refrito, la solución marginal y el camino fácil.

La solución a los problemas de México no vendrá de hacer lo que hemos hecho hasta ahora, pero un poquito mejor. Vendrá de atrevernos a hacer las cosas diferentes a lo que hemos hechos hasta ahora o hicimos en los noventa. Repetir no es crear. México requiere crear.

Debemos cuestionar los supuestos que hasta ahora han sido inamovibles en los diseños de políticas públicas en México: (I) que no se puede exigir nada a la inversión extranjera directa por el temor a que se vaya, que no se puede regular las ganancias extranormales de ciertas industrias porque se afectaría a la economía en su conjunto (i.e. banca tradicional, notariado, telecomunicaciones, etc.), y que no se hace una reforma fiscal sin desestabilizar al país. Todo esto es falso. Los países que han logrado salir de la pobreza lo han demostrado.

También debemos derrocar la idea fuertemente enraizada de que la pobreza mexicana es el resultado de la baja productividad de los trabajadores. No es así.

Hoy los trabajadores son 19% más productivos de lo que eran en 1990, pero sus salarios son 9% más bajos. La pobreza laboral nace de condiciones de injusticia que son independientes del nivel educativo de las personas y que existen a pesar de que los trabajadores mexicanos han aumentado su productividad en las últimas décadas. La pobreza no surge porque la productividad esté estancada, sino porque hasta ahora, los aumentos en productividad que han sucedido no han ido de la mano con mejoras salariales.

El problema de México no es que los trabajadores sean improductivos, sino que nuestro modelo económico no ha permitido que las mejoras en productividad de los trabajadores se traduzcan en mejores salarios.

Los supuestos bajo los que se ha diseñado la economía mexicana pueden y deben ser retados. Nadie tiene todas las soluciones, por supuesto. Los medicamentos milagro no existen para los países. Lo que sí existe y ningún partido ha hecho es bosquejar ideas concretas que vayan al corazón del problema de México: la captura del poder político por el poder económico.

Luchar contra esa captura de forma elegante y efectiva es la única forma de avanzar en la dirección que México necesita.

Fuentes: [I] Este texto contiene avances de mi ensayo “Un plan para erradicar la pobreza entre trabajadores” del libro ¡Súbanle! Salario Digno: Propuestas para una Prosperidad Equitativa en México por Penguin Random House.


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Viri Ríos
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  • Política pública con datos. Autora de @NoEsNormalLibro. Podcast #PoliticaYOtrosDatos. Enseño en @HarvardSummer. Harvard Ph.D. / Escribe todos los lunes su columna No es normal
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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