Hace una semana tuvimos la oportunidad de reunir a varios alcaldes metropolitanos para platicar de avances y pendientes, en el estudio de Cambios.
En el desarrollo del programa plantearon el regreso de la Mesa Metropolitana como una exigencia, o al menos una acción necesaria para sacar adelante sus encomiendas trabajando en conjunto.
Finalmente las voces fueron escuchadas y ayer se concretó la reinstalación de esta fórmula que encabezará Andrés Mijes, alcalde morenista de Escobedo.
Ya hay Mesa, ahora a lo que sigue. No hay tiempo que perder, de eso no hay duda.
De lo expuesto ayer destaca como rasgo característico que los presidentes municipales exigieron que sus temas también fueran incluidos en lugares importantes de las agendas de trabajo, y no solo los que interesan al Estado.
Puede que resulten algunos de ellos y otros no, pero como punto de partida es positivo por ejemplo que se haya puesto sobre la mesa diseñar horarios escalonados de entradas y salidas al trabajo, buscando reducir al menos un poco el colapso vial diario.
Llegar incluso a implementar el transporte escolar obligatorio y construir una red de carriles de alta ocupación, además de una mayor infraestructura vial.
Muchos dirán (o diremos) que primero empiecen con los baches, porque es una vergüenza el estado de las calles y avenidas en toda el área conurbada; ahí sí no hay partidos ni colores, en todos lados está terrible.
Si se hace un buen plan, se unen presupuestos y estrategias, puede resolverse con un megaproyecto, pero si quieren. Es solo una idea.
Hablaron de elaborar un censo para saber cuántas casas están abandonadas y partir de ahí para la construcción de nueva vivienda sin extender la mancha urbana, aprovechando lo que ya se tiene.
También hablaron de salud y de medio ambiente, por supuesto.
El caso es que ya se juntaron y ya volvieron los planes y el diálogo. Lo que falta es unir la acción a la palabra; soltar los presupuestos y que nadie estire la cobija y deje descubierto a los demás.
Que no haya sorpresas ni malos pleitos, que fluyan las ideas y “los cómo sí”. Que se vea que pueden y quieren, antes que cumplan su primer año de administración.
Hay consenso, una lista de necesidades y no necedades. Ya hay Mesa, ya tiene titular y tareas; a lo que sigue.