Política

Urge la legítima defensa

El fin de semana viendo las redes sociales era sorprendente confirmar que al menos un sector de la sociedad veía con buenos ojos, y hasta celebraba la muerte de un ladrón baleado durante un intento de asalto en el centro de Monterrey.

En otros tiempos, menos violentos, la vox populi no podía verse tan de acuerdo con algo así.

La verdad es que la gente de Nuevo León está harta de que le roben, la golpeen, la ataquen en la vía pública, en su casa o donde trabaja.

El hartazgo se refleja de muchas maneras, pero en ese sentido de batalla contra los delincuentes, mucho más.

Lejos de asombrarse, la reacción que predominó en las redes sociales y en muchas pláticas de sobremesa fue: “Es que ya es demasiado”, “se lo merecía”, etcétera.

Han cambiado los tiempos y también la forma de pensar y sentir de la gente, cansada de ser víctima, tanto que parece la antesala, el escenario perfecto para la aprobación de una reforma que dé más alcance a la legítima defensa en el código penal.

El miércoles se sube al pleno en el Congreso, ya pasó la primera etapa, y fue aprobada en comisiones sin dudas, después de mesas de trabajo y agudas revisiones.

La evidente falta de seguridad hace que la gente sienta que no le queda de otra que defenderse por su cuenta, tomar la justicia por su propia mano, ante una autoridad rebasada.

Pero justo ese es el riesgo que entraña el que la gente malentienda este cambio en la ley, es un peligro latente.

Ya lo hemos advertido antes, y es claro; “la legítima defensa no exime al ciudadano de enfrentar un juicio”.

Solo hace que en algunas circunstancias al propietario de la casa o negocio pueda enfrentar un proceso como víctima en caso de muerte de una persona que intentó atacarlo a él o a sus bienes o familia. O sea le ayuda a no ser detenido en el momento como un homicida.

Y aunque la gente lo interprete así, lo que van a aprobar no es un permiso para asesinar al delincuente, ni es una liberación del uso de armas.

Como lo advierten muchas voces expertas, llenarnos de armas no es la solución, menos si no se sabe usarlas, o si no se sabe controlar aquella persona que la porta, en momentos de crisis emocional, pueden ocurrir hechos lamentables, desafortunados.

No estamos en el oeste, solo generaría más violencia, y como siempre, habría muchos que le sacarían provecho para mal.

Es positiva sin duda esta reforma al Artículo 17 del Código Penal porque da mayor seguridad en casos de legítima defensa, en su casa, en su trabajo o negocio. Defender lo suyo y a los suyos.

Habrá que revisar los detalles y la interpretación de la ley, que todavía falta por tomar como factor.

Pero hay que insistir en todos lados, antes de que sea tarde que el uso de armas no es cosa sencilla, el riesgo que representa tener un arma en casa o traerla en el vehículo.

En resumen, es innegable que la gente está harta y que no confía en que la autoridad pueda con el paquete.

A cuidarnos entre nosotros, pero con medida.


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Víctor Martínez Lucio
  • Víctor Martínez Lucio
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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