El Partido Revolucionario Institucional tiene una cita con el destino, de eso nadie tiene dudas.
Cada día se acumulan más juicios que buscan detener el avance de Alejandro Moreno en la dirigencia nacional, con la intervención de la Sala Superior del Tribunal Electoral y le tocará al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón la tarea.
Se acumulan también las declaraciones de ambos bandos en cuanto a las razones y argumentos a favor o en contra de las reformas a modo de Alito .
Dos voces contrarias son un ejemplo claro de las diametrales maneras de ver lo que ocurre y lo que debe ocurrir.
En entrevista dentro del programa Cambios del domingo, Enrique Ochoa Reza, ex dirigente del PRI se concretó en posicionar con base en repeticiones constantes que Alejandro Moreno está tratando de “robarse” al PRI para su beneficio personal, a pesar de obtener los peores resultados electorales en la historia bajo su dirigencia, y recalcó que él no buscaría la reelección como dirigente, dado que está en contra de la misma.
Por otro lado, Rubén Moreira insistió en que todo va de acuerdo a la ley y que el Consejo Político Nacional del Revolucionario Institucional determinó quitar candidatos para que contienda a cualquier priista, aunque ya haya sido dirigente.
Insiste en que hay que organizar una nueva Asamblea Nacional para reflexionar profundamente sobre el partido y sobre el rumbo hacia el futuro.
¿Y cuál es ese rumbo correcto? ¿Qué es lo que debe tener el próximo camino del partido?, le pregunté.
Su respuesta fue contundente: “Lo primero es distanciarnos de las políticas económicas que nos hicieron alejarnos de la base popular que nosotros teníamos, y eso solamente es posible con una dirección fuerte, por eso estamos apoyando la posibilidad de que Alejandro continúe”.
Mientras se decide si hay que rehacer el partido o de plano dinamitarlo, Rubén Moreira esgrime un argumento que parece irrefutable: El PRI es viejo, nació de una revolución que ocurrió hace un siglo.
La historia continuará...
