Política

Los jóvenes, entre Peña y AMLO

La semana pasada tuve la oportunidad de participar en un intercambio de ideas con un par de jóvenes y el politólogo Gilberto Miranda.

Vale la pena este tipo de encuentros, sin duda, para conocer de viva voz lo que piensan y espera esta nueva generación de estudiantes de su futuro próximo y cómo evalúan en materia de comunicación al gobierno saliente de Enrique Peña Nieto.

La sentencia fue “fatal” para el Presidente que se va; el mismo que en los memes no ha dejado de ser el “tonto favorito” (por no decir otra palabra). Para los asistentes al encuentro, éste es el sexenio perdido y más corrupto que haya existido.

No aparece, ni haciendo un esfuerzo, algo positivo, e incluso es indignante que se diga que “lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho”. A Peña Nieto lo acompañarán los escándalos; no es perdonable la Casa Blanca, ni la tesis robada, y mucho menos Ayotzinapa, cuyas muertes son fantasmas que en su partida se irán con él.

Por el contrario, para esta generación llegó la hora del cambio, ahora todo será distinto. Se acabó la corrupción y se está notando desde ahora, con la inminente venta del avión, la suspensión del nuevo aeropuerto, y los 20 guardias licenciados que cuidarán a Andrés Manuel.

En afán un poco “suicida” fue preciso decirles algunas cosas que por su juventud no han reflexionado. En primera, que hoy en día parece pecado mortal hablar de eso que, en efecto, casi no se cuenta, pero existe.

Si hubiera un sexenio sin un solo logro, esto sería un caos. Lo que pasa es que antes nadie se atrevía a atacar al Presidente de nuestro país, y ahora es a la inversa; nadie se atreverá a defenderlo.

Era necesario también recordarles que todo es cíclico, que la luna de miel de los políticos termina cuando dejan de ser candidatos para ser gobernantes, que una vez que toman la primera decisión, la popularidad irá muriendo.

Que siempre ocurre, pero solo lo sabemos quienes ya lo vivimos.

Cada mandatario tiene su Ayotzinapa, como Calderón tuvo los muertos de su “guerra contra el narco” o su ABC. Como Fox, Zedillo y Salinas sus propias tragedias o Miguel de la Madrid su cuestionada reacción en el sismo del 85.

Es innegable que el gobierno que se va mostró un mal manejo de la comunicación y poca sensibilidad en momentos culminantes, que no tomó la bandera para defender a ultranza a la patria del discurso de Trump, e incluso lo trajo a la casa.

Pero también fue preciso decirle a los jóvenes que su Presidente más importante no es el que se fue, sino el que viene; el que tomará el timón del país ahora que ellos serán profesionistas y paguen sus primeros impuestos.

Es ahí donde tienen que poner con lupa su atención. Pasar del activismo de likes a la opinión informada; a dejar de sentir hueva por la política.

Lo demás es agua pasada, incluso el nuevo mandatario no irá por quienes se van, le apuesta al olvido.

A lo que sigue, a cambiar la historia; su propia historia.

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@victormtzlucio


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Víctor Martínez Lucio
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